Tan solo 24 horas después de acoger el acto institucional del 25-N, Día Internacional la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra ha vuelto a hablar de violencia machista.
En las escaleras del edificio se realizó un minuto de silencio por el crimen de Celeste, una mujer 46 años asesinada a manos de su pareja en Estepa (Sevilla) y que deja dos hijos menores de 17 y 11 años huérfanos.
"Lamentablemente, un minuto de silencio más por un asesinato machista más", lamentó el subdelegado, Abel Losada, que recordó que es la víctima 41 de la violencia machista en lo que va de año en España.
Losada mostró su pesar y reconoció que "a veces da la sensación de que las palabras sobran, por repetidas", pero lo cierto es que "lamentablemente, el drama, el problema, continúa ahí".
Durante la celebración del 25N, la jueza decana de Pontevedra, Belén Rubido, señaló que cada vez que tiene oportunidad pide más medios materiales, que siempre son necesarios.
A esas palabras respondió este martes el subdelegado. "Indudablemente, los medios siempre pueden considerarse insuficientes", reconoció, pero quiso señalar que "no podemos focalizar exclusivamente en las cuestiones de los medios materiales, presupuestarios la solución de un problema que está en la cabeza de los humanos".
Así, reconoce que "los medios son imprescindibles, no cabe duda", pero cree que "la problemática va más allá de las cuestiones materiales".
El representante del Gobierno en la provincia hizo un llamamiento a la colaboración de todos, desde el ámbito político al judicial, el educativo o el de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para llamar la atención a aquellos que cuestionan la violencia de género.
"Cada vez que alguien habla de violencia intrafamiliar, relativiza los asesinatos de las mujeres por parte de hombres diciendo que al final es lo mismo que cuando una mujer mata a un hombre, lamentablemente estamos dando pasos atrás", lamentó.
Recordó que es importante la toma de conciencia de que "en estos momentos de ruido y furia que hay en Pontevedra, en Galicia, en España y en el mundo, tenemos que saber claramente a quién tenemos en frente y de qué lado estamos".