La unión que han formado alcaldes de siete municipios del interior por los que pasa la N-541, con el apoyo de las ciudades de Pontevedra y Ourense, no ha gustado al Gobierno. Al menos, así se desprende de las declaraciones realizadas por su delegado en Galicia.
"Creo que ese aprovechamiento de las circunstancias y ese oportunismo está fuera de lugar", ha sostenido José Miñones, en declaraciones a los medios de comunicación, reclamando que es necesario "dejar de lado" este tipo de "oportunismos políticos".
Asegura que, si bien las causas del accidente del autobús que cayó al Lérez en Nochebuena aún se desconocen, la carretera estaba "recientemente asfaltada y en buenas condiciones de visibilidad", por lo que rebate las críticas realizadas por estos alcaldes.
Miñones ha explicado que la N-541 "no está entre las carreteras de Galicia catalogadas como de concentración de accidentes" y que esa denominación no se hace desde la política, sino que "se basa en criterios técnicos".
El delegado ha recordado que "desde hace cuatro meses", por lo tanto antes del accidente, hay dos proyectos de asfaltado y mejora de varios tramos de la carretera en cuestión, que suponen una inversión de 500.000 y 470.000 euros.
Ambos están en fase de licitación y las obras prevén comenzar en mayo, ha adelantado.
El llamado 'Pacto de Pedre', por el lugar en el que ocurrió el accidente, fue firmado por el alcalde de Cerdedo-Cotobade y sus homólogos de los municipios ourensanos de Boborás, Beariz, O Irixo, O Carballiño, Punxín y Maside.