Un mes de la brutal agresión de Aguete: "Quiero que este señor esté en la cárcel, por mi seguridad y por la del planeta"

Marín
01 de abril 2025

La madre del propietario de Los 3 Monos acudirá este jueves a los juzgados de Marín y pedirá que su agresor ingrese en prisión: "No tengo ninguna garantía de que cumpla la orden de alejamiento"

Daños en Los 3 Monos de Aguete por la agresión
Daños en Los 3 Monos de Aguete por la agresión /

Un mes después de la brutal agresión en el local Los 3 Monos de Aguete, en Marín, las heridas siguen abiertas para las dos víctimas, el propietario del negocio y su madre. 

Justo este jueves 3 de abril, la mujer acudirá a los juzgados de Marín para prestar declaración y pedir que su agresor ingrese en prisión y su hijo irá al forense para que le hagan una valoración. 

Estas citaciones hacen que las heridas vuelvan a abrirse, tanto al recordar lo ocurrido como por el miedo que ambos sienten de su agresor. Tras los hechos, fueron detenidos dos sospechosos, si bien tan solo uno de ellos fue el autor material de la agresión

El Juzgado de Instrucción número 1 de Marín acordó dejarle en libertad con una orden de alejamiento en vigor que le impide comunicarse con las víctimas y aproximarse a ellas.

Esa libertad ahonda en las heridas de sus víctimas y aumenta su temor. "No tengo ninguna garantía de que cumpla la orden de alejamiento", lamenta Fernando Fernández, dueño del local.

Por eso pedirán "que este señor vaya a prisión hasta que se celebre el juicio". Consideran que "es un peligro público", un hombre con antecedentes violentos que le genera mucho temor "a posibles represalias". 

"Quiero que este señor esté en la cárcel, por mi seguridad y por la seguridad del planeta", piden sus víctimas, "porque este señor no puede convivir con la sociedad".

Su salud física está muy afectada. A Fernando Fernández, el agresor le dejó lesiones consistentes en tres costillas rotas, muchos daños en la nariz y contusiones por todo el cuerpo. Con el paso de los días, y derivado del reposo, sufrió un trombo pulmonar que derivó en un infarto de pulmón

"Estoy jodido", resume Fernando. Pero quizás la peor parte es la psicológica. Su psicólogo tuvo que acudir a casa a atenderle porque "no era capaz de salir a la calle".

Sufre un cuadro de estrés postraumático que derivó en agorafobia y miedo social y hace tan solo unos días que ha empezado a dar pequeños paseos por Pontevedra. 

Su madre no está mejor. A nivel físico, sigue con las dos manos escayoladas por fracturas en una muñeca y en varios dedos de la otra mano y todavía sufre las consecuencias de una brecha en la cabeza, una contusión grave en el coxis y una costilla rota.

Ha tenido que ir varias veces al hospital y tiene episodios de ansiedad

Este jueves 3 también acudirá a los juzgados de Marín un empleado del local que tiene una lesión en una mano por la que ya ha tenido que ser operado y tendrá una baja médica de al menos seis meses. Y esta semana ha declarado otra compañera que sufrió golpes y mordiscos.