Hasta ochenta hectáreas de monte arrasadas por el fuego. Es el cálculo que ha hecho el Concello de Meis tras los incendios que arrasaron el municipio este domingo.
Algunos focos siguen parcialmente activos, según el Concello, pero están controlados en su totalidad.
El gobierno municipal comprobó, ya con la luz del día, los daños en las zonas de Cabeza de Boi, As Pereiras, Fofán, Castiñeiras o el Mirador de San Cibrán.
Fue después de una larga noche en la que se movilizaron todos los efectivos disponibles para ayudar en las labores de extinción de todos los focos posibles existentes en el ayuntamiento.
Voluntarios de Protección Civil de Meis, en colaboración con las cuadrillas forestales de la Xunta, bomberos de O Salnés, bomberos de Sanxenxo, una motobomba procedente de O Grove, varias patrullas de la Guardia Civil de Poio y los propios vecinos trabajaron a reo para prestar la máxima ayuda posible para la extinción de los fuegos e impedir que llegara a las viviendas.
Desde el Concello se movieron también tractores con cisterna desde diversos puntos, además de un camión que hizo las veces de nodriza para las motobombas, lo que permitió que no se perdiera tiempo en los desplazamientos a puntos de carga.
Tras este episodio, el alcalde José Luis Pérez quiso mandar un mensaje de concienciación a los vecinos para que limpien las fincas de maleza, ya que aquellas que no estaban en condiciones "fueron en las que las viviendas corrieron un riesgo mas importante de quemarse y producir incluso daños irreparables para la vida de nuestros vecinos".