El programa municipal Porta a Porta reparte cajas de alimentos a 169 familias vulnerables durante la crisis sanitaria. Promovido por la concellería de Benestar Social y en colaboración con el servicio de Deportes y el Banco de Alimentos, la iniciativa ayuda a un total de 564 personas y está sirviendo también para avivar la actividad de diversas asociaciones locales que permanecían cerradas por temor al Covid-19.
Además del abastecimiento de alimentos, el departamento que dirige Paloma Castro se ocupa también de dotar de equipos de protección individual a los voluntarios y de la divulgación de información para prevenir contagios. Asimismo, jóvenes de Protección Civil colaboran ahora con estas entidades para hacer posible la entrega de estos bienes.
"Estas asociacións supoñen para nós unha sorte de ucis sociais estratéxicas. Máis de 1.000 familias de Pontevedra dependen delas en maior ou menor medida para distintos servizos, se se tivese que pechar por mor dalgún caso positivo un comedor social ou algunha desas organizacións, teriamos un problema semellante ao que se produciría pechando unha UCI hospitalaria, falando en termos sanitarios”, explica la edila socialista.
La puesta en marcha de esta iniciativa no sería posible sin la colaboración de los trabajadores de Benestar Social o del Servicio de Deportes, así como sin la solidaridad demostrada por muchas empresas o instituciones locales como el Banco de Alimentos, la Federación Galega de Balonmano o la cadena de peluquerías Carlos Conde.
Sin embargo, el Concello tuvo que dar de baja a 46 familias beneficiarias de este programa por fraude, por no responder en su domicilio o por recibir alimentos y otros bienes de dos o más sitios a la vez, explican desde el Concello.