El tanatorio-crematorio que proyectan las empresas Alianza y Barros y Pompas Fúnebres Pontevedra se ha encontrado con una nueva traba administrativa. Y esta vez no llega del Concello de Pontevedra que, para paralizar esta y otras iniciativas similares en suelo urbano, aprobó una suspensión cautelar de licencias y una modificación puntual del PXOM. Ahora es la Xunta la que dificulta su tramitación.
La comisión territorial de Patrimonio histórico no ha dado, por el momento, su visto bueno a este proyecto. Según explicó al término de la reunión el concejal delegado del Centro Histórico, Luis Bará, las empresas deberán contratar un proyecto de excavación arqueológica, ya que la parcela en la que se pretende construir linda con el ámbito del Peprica, con el ámbito de protección del puente de O Burgo y con el área de respeto del centro histórico.
Bará reconoció a PontevedraViva la existencia de unos sondeos arqueológicos realizados en 2008 por el Colegio de Arquitectos, anterior propietario de dichos terrenos, estudios que las empresas presentaban, dijo el concejal nacionalista, para evitar realizar nuevas prospecciones.
Este proyecto arqueológico previo es necesario, según los informes aportados por el Concello de Pontevedra, por la afección que los dos sótanos que tendría este tanatorio, podrían afectar no sólo a los restos de la muralla, cuyo trazado "podería quedar destruido", según Bará, sino también a los posibles vestigios del antiguo puerto de Pontevedra que se habría ubicado en el entorno de dicha parcela.
Esa imprescindible intervención arqueológica condicionaría en gran parte tanto la actuación sobre superficie como la previsión de las necesarias plazas de aparcamiento. Y es que además, otro aspecto no incluido en el proyecto presentado es que el edificio que se levante en dichos terrenos tiene que ajustarse a la tipología constructiva del inmueble que estaba presente allí anteriormente.
TREN A PRACERES
Además, la comisión territorial de Patrimonio histórico informó favorablemente al proyecto del Ministerio de Fomento para construir dos pasos soterrados en la Plaza de Os Praceres para dar cumplimiento así a la sentencia contraria al trayecto ferroviario al Puerto de Marín. Se trata de un visto bueno condicionado al impacto arqueológico que pueda tener en un ámbito con varios bienes protegidos como la iglesia, varios hórreos y pequeños yacimientos.