Más de veinte manzanos, laureles, secuoyas, un boj enorme, kiwis y hasta un kaki, encontrados en la exploración botánica de Santa Clara

Pontevedra
01 de junio 2022

Personal de la Estación Fitopatológica de Areeiro realiza durante estos días un estudio sobre las plantas que permanecen en el recinto y su localización, entre ellas se encuentran ejemplares "de importancia" botánica y otros que deben retirarse. También se está analizando químicamente el suelo de los terrenos

Strelitzia reginae (Ave del paraiso) en el claustro de Santa Clara

Personal especializado de la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA) analizan durante estos días las plantas del jardín del convento de Santa Clara con la intención de localizarlas e identificarlas para realizar un inventario botánico. Durante las primeras observaciones, según informan desde la Deputación de Pontevedra, se han detectado varios árboles "de importancia", más de una docena, y que se deben conservar por sus características.

En cambio, también se observaron ejemplares que se encuentran en mal estado, que ya están muertos o afectados por diferentes patologías. En estos casos, desde la EFA recomiendan su retirada tanto de la zona del claustro como del sudeste de la finca, en la zona conocida como el "bosque".

Carmen Salinero, jefa de la EFA, reconoce que el terreno ofrece una gran variedad de plantas y árboles que crecieron de manera desorganizada. "Hay cosas muy curiosas", indica la responsable del estudio botánico al indicar que las monjas, antiguas propietarias del recinto, "pinchaban" todo lo que la gente le daba.

Entre las especies destacables se encuentra un boj de cinco metros de altura; un laurel de casi seis metros; y algunos castaños situados en las proximidades de la muralla y en la zona de "bosque". Además se descubrieron cuatro secuoyas de gran tamaño y los especialistas entienden que son hermanas de las que en 1992 llegaban al Concello de Poio, con motivo del acto conmemorativo de los 500 años de la llegada de Colón a Amércica.

A estos ejemplares se suman dos olivos, plantados en las cercanías de la ermita situada en el medio de la finca. También destacan numerosos frutales repartidos en diversas zonas de la extensión, sobre todo, más de veinte manzanos, limoneros y naranjos, entre otros. En la EFA llamó también la atención la aparición de un kaki y de dos camelias.

En este primer análisis señalan que en la zona del claustro se presenta una mayor mezcla de plantaciones. Según indican, la mayoría se encuentran en mal estado. Sobre todo destacan la presencia de un grupo de laureles y un aligustre; una peonía escondida bajo estas especies; un acebo variegado y una strelitzia, conocida como "ave del paraíso". Además se observan rosales, hortensias y azaleas.

Los viñedos son de variedad catalana. Durante estas jornadas se están marcando los pies uno a uno, numerando cada uno para después referenciarlos. También se encontraron numerosas plantas de kiwi.

Desde la EFA consideran que, de cara al futuro, es preciso acometer una limpieza de los pies que se encuentran en mal estado, reseñando la muerte de algunos ejemplares. En el borde de la muralla con la zona de la calle Santa Clara se detectaron diez tocones de castaños, que fueron cortados, aunque se desconocen los motivos de esta tala.

En estas exploraciones se realiza un análisis químico del suelo para determinar las zonas en las que se podrían dar mejor determinadas especies y comprobar las fórmulas para mejorar la fertilidad de los terrenos con algún tratamiento. Según recuerdan desde la Deputación de Pontevedra, el vicepresidente provincial César Mosquera ya indicó que, en caso de incorporar el antiguo conjunto religioso al Museo, la idea es que las instalaciones se encuentren abiertas al público con la intención de que el terreno sea un espacio de ocio abierto a actividades. En ese caso se estudiaría la posibilidad de realizar un proyecto para reordenar vegetalmente este espacio.