Más de 300 vecinos afectados por la instalación de un crematorio en San Mauro asistieron a la manifestación convocada por la plataforma Non Crematorios Pontevedra Leste que se inició por un grupo de un centenar de vecinos desde las inmediaciones del cementerio y, posteriormente, a la altura de la pasarela en Loureiro Crespo contaron con el apoyo de alrededor de otros doscientos manifestantes que recorrieron el centro de la ciudad hasta llegar al Concello de Pontevedra en donde leyeron un manifiesto reclamando que se prohiba la instalación de crematorios a menos de 500 metros de las casas.
La manifestación estaba encabezada por dos pancartas. En una de ellas se leía "No crematorios a menos de 500 metros de las viviendas" y en la otra hacían referencia a la gestión municipal sobre el asunto de los crematorios: "Señor Louro = Señor Alcalde. As normas e as leis inxustas están para desobedecelas e cambialas. Nas súas mans está cambialas pola saúde dos cidadáns". Al mismo tiempo, algunos vecinos portaban pancartas en las que aparecían mensajes como "Concello traidor", "Pola saúde dos nosos fillos" o "Veciños enganados". A la marcha se sumó el líder de la oposición, Jacobo Moreira, que estaba acompañado por los concejalas del grupo municipal del PP, César Abal y Miguel Ángel Meijón. Moreira señala que su propuesta de llevar el crematorio al Polígono de O Campiño es la única que no recibió ningún rechazo y afirma que Lores y Louro no pueden traicionar el compromiso asumido en su día con los colectivos contrarios a esta instalación.
El secretario de Non Crematorios Pontevedra Leste, José Antonio Ramírez, apuntó que se mostraba satisfecho por el apoyo vecinal "ya que este es un problema de todos" y señaló que "el cementerio está engullido por la ciudad y se tendrá que clausurar dentro de diez o quince años pero si le instalas crematorios le das vida a ese cementerio porque tendría actividad. Lo lógico sería crear otro cementerio porque este está engullido". Anunció que trasladarán el tema al Parlamento de Galicia y acusó al gobierno local de tener miedo a la sanción económica que puede sufrir "si da marcha atrás a este proyecto".
LOURO MIRA HACIA LA XUNTA
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Antón Louro, defendió la postura municipal alegando que "o proxecto deriva dun acordo unánime do Pleno da Corporación e depende da autorización final da Xunta de Galicia. Seguimos esperando que a Xunta regule isto a nivel xeral de todo Galicia. Dende o Psoe planteamolo no Parlamento e observamos certa despreocupación por parte da Xunta". Y afirmó que está en tramitación la modificación puntual del Plan Xeral de Ordenación Municipal, que recibió más de 600 alegaciones, que están siendo estudiadas por técnicos municipales. Y aguarda que en el plazo de tres o cuatro meses puedan resolverse y comprobar si existe algún elemento que pueda condicionar el proceso. Sobre el proyecto de Funespaña en San Mauro, Louro indicó que "dende hai moito tempo non temos sinais. Estarán esperando a ver como se resolve todo".