La lluvia frustró gran parte de las actividades que estaban programadas este miércoles en el Entroido de Pontevedra y alrededores. Pero no en Marín. Allí, a pesar del mal tiempo cientos de personas dieron el último adiós a la Sardina como es habitual cada Miércoles de Ceniza.
Desde las cinco de la tarde, comenzaron los llantos por la 'fallecida' en el velatorio instalado en los alrededores del Palco de la Música de la Alameda. Fueron muchas las plañideras, vestidas de un negro riguroso, las que presentaron sus respetos y firmaron en el libro de condolencias.
Pero el Ateneo Santa Cecilia tenía organizado un sepelio a la altura de las circunstancias, en el que participaron numerosos colectivos -como las comparsas Os da Caña y Os Paparrulos- y personas a título particular.
Y así, a partir de las ocho, las calles de Marín acogieron una marcha fúnebre que atravesó Almuíña, Plaza de España, Ejército y Marina, rúa da Ponte y rúa do Sol antes de llegar a la Praza do Reloxo, donde se leyó un pregón con numerosas referencias a la situación política y económica actual.
A continuación, la comitiva siguió por las calles Real, Almuíña y Plaza de España antes de que como todos los años el Entierro de la Sardina, el personaje más característico del Entroido en Marín, acabase en el mar.