Fue un acto simbólico pero significativo. El empresario Magín Alfredo Froiz y el palista campeón olímpico David Cal se arremangaron para recoger capachos de lodo de la ría de Pontevedra en el pantalán número 3 del Club Náutico en una zona donde el fango sobrepasa la altura de las rodillas.
Magín Froiz aseguraba que se sumaba a esta propuesta del Club Náutico porque es pontevedrés y está sensibilizado con este tema ya que desde pequeño, en su casa situada en las cercanías de la ría, siempre sentía ganas de lanzarse a las aguas transparentes del Lérez. En la actualidad, las aguas ofrecen una imagen poco apetecible y los lodos y arenas, con la marea baja, impiden la realización de prácticas deportivas en determinadas zonas afectando a dos de los pantalanes del Club Náutico de Pontevedra.
Con el acto realizado durante este sábado, el presidente del Club Náutico, Carlos Paz, afirma que quieren presionar a Portos de Galicia para que se acometa el dragado del río Lérez desde Tambo hasta el puente de O Burgo. Una demanda que llevan solicitando desde 2005 sin éxito. Paz recuerda que en esa zona se practicaba waterpolo, natación, vela y motonáutica ya en el año 1935 y, sin embargo, el fango provoca problemas de calado en todo este espacio. El presidente del Club Náutico entiende que hay una falta de intención política para llevar a cabo estos trabajos. Apunta que lo lógico sería que la administración asumiera la limpieza y retirara los lodos hacia tierra. Los recogidos durante este sábado se trasladaron a una finca de Magín Froiz, según apuntó Paz.
RESPUESTA DE PORTOS DE GALICIA
Desde Portos de Galicia se indica que la tramitación ambiental del dragado de la ría se inició en 2011 y se están cumpliendo los plazos establecidos en la legislación ambiental. Según señala el ente público, a través de un comunicado, se están modificando los estudios de impacto ambiental y de dinámica litoral para incluir los efectos de la apertura de varios huecos en el dique de la ría, tal y como solicitaron las cofradías de Pontevedra, Lourizán y Raxó.
Según apuntan desde Portos de Galicia, el problema del retraso en acometer la limpieza se deriva de la complejidad administrativa ya que el proyecto obliga a contar con informes de una docena de departamentos diferentes de la Xunta y del Gobierno central.