El teléfono de apoyo psicológico a las familias habilitado por la concejalía de Benestar Social de Pontevedra durante la crisis sanitaria del coronavirus está teniendo una alta demanda de asistencia y sacó a relucir que uno de los colectivos que peor están llevando el confinamiento son los adolescentes.
Así, la mayor parte de las demandas realizadas proceden de madres que solicitaban apoyo emocional y atención psicológica para sus hijos en esa edad por dificultades para hacerle frente al confinamiento.
El teléfono está gestionado a través de la Fundación Meniños y, para atenderlo, se puso en marcha un equipo conformado por un psicólogo, una educadora social y una trabajadora social. El equipo mantiene un seguimiento semanal de los jóvenes "para apoyarlos emocionalmente y ofrecerles herramientas útiles para afrontar este encierro".
En relación con esta atención, la concejala de Benestar Social, Paloma Castro, explica que los adolescentes están sufriendo especialmente con el confinamiento porque para ellos "tener vida social y salir con los amigos resulta esencial".
El equipo atendió llamadas todos días desde su puesta en funcionamiento, el pasado 29 de marzo. En concreto, hubo 25 llamadas y videollamadas y la mayoría fueron o para pedir ayuda para adolescentes o relacionadas con personas mayores que se encuentran solas y que precisan de respaldo psicológico.
Según explicó Paloma Castro, las llamadas fueron realizadas por familiares que están confinados fuera de Galicia y que "mostraban preocupación por la situación de sus padres y madres." También en estos casos se está llevando a cabo un seguimiento continuo con esas personas para ofrecerles apoyo y atender las posibles necesidades que puedan surgir.
Las restantes solicitudes inscritas estuvieron relacionadas con peticiones de información sobre cuestiones como movilidad (desplazamientos), ayudas sociales, recursos educativos o situación laboral.
El teléfono 678 75 49 33 está activo de lunes a domingo en horario de 10.00 a 14.00 horas. Continuará activo durante el confinamiento para todas aquellas personas empadronadas en el Concello de Pontevedra que lo precisen.