El ex presidente de la Deputación Provincial de Pontevedra y actual presidente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, no dejará el cargo tras una nueva sentencia que lo condena por un delito de prevaricación por irregularidades en las obras de mejora del campo de fútbol de Moraña cuando era mandatario provincial. Seguirá dirigiendo el fútbol gallego "con absoluta normalidad".
Louzán había sido condenado en 2021 por el Juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra como autor de un delito de prevaricación, en concurso con un delito de fraude, y, tras recurrir ante la Audiencia Provincial, acaba de ver cómo buena parte de su condena queda en nada. La nueva sentencia lo absuelve del fraude, que suponía una pena de dos años de prisión.
El nuevo fallo judicial, notificado este lunes, mantiene que sí es autor de un delito de prevaricación y le imponen una pena de inhabilitación para ejercer cualquier empleo o cargo público durante siete años. También en este punto, la condena es menor, pues la inicial era de ocho años.
Ante esta nueva resolución judicial, Louzán ya tomó la decisión de volverá a presentar otro recurso, en este caso, de casación. Mantiene su inocencia al entender que "no adoptó ninguna decisión ilegal, arbitraria e injusta" y que, de existir, "no superaría la mera ilegalidad formal de carácter administrativo", ya que se limitó a votar en un órgano colegiado, la Xunta de Goberno de la Deputación. Destaca también que fue el único miembro de esa Xunta que fue encausado.
La resolución de la Audiencia sostiene que prevaricó al votar a favor del acuerdo de conceder una subvención para las obras del campo de fútbol "aunque sabía que era ilegal y arbitrario porque respondía a un artificio para, burlando las barreras de la normativa, satisfacer las reclamaciones de la contratista, infringiendo el deber de transparencia y no protegiendo los derechos de la Administración".
El ex presidente provincial, muy crítico desde lo primero momento con la sentencia condenatoria del Juzgado de lo Penal, considera que esta nueva resolución de la Audiencia "supone una enmienda general" a la " inconsistente" resolución anterior.
Así, considera que "deja en evidencia su debilidad jurídica" al anular el delito de fraude "porque no existió perjuicio ni riesgo de perjuicio para la Administración Pública ni tampoco se acreditó en los acusados el dolo o intención de perjudicar el patrimonio de la Administración".
Esta nueva sentencia elimina el delito de fraude para los ocho acusados y, además, absuelve totalmente la cuatro de las ocho personas condenadas en esta causa, entre ellas, la ex alcaldesa de Moraña y ex delegada territorial de la Xunta de Galicia en Pontevedra, Luisa Piñeiro.
Louzán no solo recurrirá, sino que no piensa dejar su cargo. Así, apela al carácter "provisional" de la sentencia y a la presunción de inocencia y anuncia que continuará desarrollando su cometido como presidente de la Real Federación Gallega de Fútbol "con absoluta normalidad", como vino haciendo a lo largo de los últimos 15 meses, desde que en febrero de 2021 fue condenado en primera instancia.
Louzán hizo público un comunicado en el que dio a conocer que el fallo judicial le fue notificado este mismo lunes y señala que considera "revelador de la intencionalidad de este procedimiento" el hecho de que una causa de 33 tomos, en la que originariamente se investigaban presuntas irregularidades en adjudicaciones de obras millonarias en todas las Administraciones, haya evolucionado hacia una causa de solo dos tomos y derivado en un juicio por una presunta prevaricación administrativa sin trascendencia económica en la concesión de una aportación por importe de 71.000 euros + IVA.
En esta línea, insiste en que la Audiencia Provincial modifica los hechos probados por la jueza de primera instancia y señala que "no consta que las cantidades cobradas por Eiriña S.L. no se corresponderán con obras efectivamente realizadas, ni que había habido aplicado precios superiores al mercado".
La Audiencia considera que Louzán cometió irregularidades al conceder la Eiriña una subvención de 86.311 euros para realizar unas obras de mejora del campo de fútbol de Moraña que ya estaban, en su mayor parte, ejecutadas. Añade que, al tratarse de una obra ejecutada con subvención, la legislación impedía pasar el importe subvencionado, por lo que, para hacer frente a ese pago, "se ideó un sistema artificioso, en fraude de ley, tendente a abonar a la empresa el importe que reclamaba sobre el presupuesto aprobado". Así, en 2013 se adjudicó de forma irregular otra obra a la misma constructora por ese importe, en concreto, las mejoras en el vestuario y las bancadas del campo de fútbol, a pesar de que parte de ellas ya habían sido realizadas.