Louzán culpa al bipartito del desenlace de Alfageme y defiende la gestión de Javier Guerra

O Salnés
16 de noviembre 2012

Igual que explicaba anoche la Xunta de Galicia en un comunicado, Louzán indicó que ninguna empresa garantizaba la continuidad de los 150 puestos de trabajo. Y señaló además que la propuesta defendida por la CIG la de la firma El Consorcio "mantíñaos durante cinco anos, só a cambio dunha axuda de 17 millóns de euros para garantir a viabilidade da empresa"

Javier Guerra y Rafael Louzán durante la firma de un convenio en la Deputación
Javier Guerra y Rafael Louzán durante la firma de un convenio en la Deputación / PontevedraViva

"Javier Guerra intentou buscar por activa e por pasiva unha solución para salvar os postos de traballo de Alfageme". Es la defensa que el presidente de la Deputación, Rafael Louzán, ha realizado de la gestión del conselleiro de Economía e Industria, en el caso Alfageme, después de que el Igape haya rechazado las tres ofertas presentadas por la conservera, al no cumplir ninguna de ellas con los requisitos exigidos.

Según el gobierno gallego, se puso de manifiesto "a imposibilidade de condonar a débeda a ningunha das compañías interesadas". Una deuda, dicen, derivada del pago de los avales por valor de 33 millones de euros que el bipartito concediera en su día a Alfageme, y cuya condonación dependía de la continuidad de los 150 puestos de trabajo con los que contaba la conservera.

Igual que explicaba anoche la Xunta de Galicia en un comunicado, Louzán indicó que ni El Consorcio, ni Pescamar ni Coswinga garantizaba la continuidad de los 150 puestos de trabajo de Alfageme. Y señaló además que la propuesta defendida por Rosa Abuín, responsable de la CIG, a la que calificó de "sindicalista metida a política", la de la firma El Consorcio "mantiña os 150 traballos durante cinco anos, a cambio dunha axuda de 17 millóns de euros para garantir a viabilidade da empresa".

"Que pensarían as miles de persoas que están perdendo o seu traballo se lle déramos eses cartos e a eles non?", se preguntó en alto Rafael Louzán, justo antes de volver a atacar a Rosa Abuín por sus denuncias contra la gestión de la Xunta. De ella, recordó que "non o denunciou cando o bipartito deulle os avais á empresa", citando unos presuntos "intereses ocultos".

"Tivo o peor desenlace posible", dijo Louzán, quien sin embargo reiteró que desde la Xunta de Galicia "fíxose todo o que estaba na súa man co obxectivo de garantir a súa viabilidade e pensando sempre no mantemento dos empregos. Con todo, el presidente de la Deputación recordó que tras pagar los avales, se puso en marcha un proceso jurídico muy complejo, con el fin de encontrar una "empresa solvente, técnica e economicamente, que garantise o emprego e a viabilidade financeira da conserveira".

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