Lourdes Veiga, la cara amable de la Perfumería del primer supermercado Froiz, se jubila tras 49 años de trabajo

Pontevedra
23 de julio 2022

Lourdes recuerda con una sonrisa que Magín Alfredo Froiz, "el jefe", como cariñosamente lo llamaban, quedaba admirado al comprobar cómo ella recitaba el precio de venta exacto de las 2.000 referencias que había en droguería

Lourdes Veiga se jubila tras 49 años en Supermercados Froiz Mónica Patxot

Fue en el año 1970 cuando Magín Alfredo Froiz se hace con el traspaso del pequeño supermercado situado en la calle Cobián Roffignac de Pontevedra en donde desde 1968 tenía instalado su puesto de venta de carne. Tres años después, en 1973, una jovencísima Lourdes Veiga García, con apenas 14 años, se incorporaba al equipo del primer supermercado Froiz.

Pasados 49 años desde su primer contrato, una ya veterana Lourdes recibía el abrazo de sus compañeras y compañeros en el día de su jubilación. "Cumplo 65 años en octubre pero ya decidí prolongar las vacaciones hasta la jubilación", declaraba ante los medios de comunicación que acudimos cómplices a la sorpresa que sus compañeros quisieron darle.

No faltó un guiño a los compañeros que ya se han jubilado y con los que inició su trayectoria profesional: Medina Civeira, Esperanza Otero, Dolores Lamas, Lita Berjano, Manuel Fontán, José Manuel Froiz, Regina Seoane y Manuela Nantes

Por los diferentes pasillos del Hiper Froiz, que ocupa en una parte el supermercado inicial, Lourdes se iba fotografiando con todo el personal, entre risas, confidencias y mucho cariño. "Somos como una gran familia", admitía, al tiempo que no podía evitar un recuerdo afectuoso al fundador del Grupo Froiz, fallecido el pasado mes de marzo.

"El señor Froiz para mí ha sido como un maestro, un gran jefe, y de aquella -refiriéndose a la etapa inicial del supermercado de Cobián Roffignac- un compañero de trabajo. Como jefe, maravilloso, se preocupaba mucho de los empleados, a primeros de mes primero pagaba a los empleados y después el resto".

De la relación con "el jefe", como cariñosamente le llamaban, Lourdes recuerda con una sonrisa que Magín Alfredo se quedaba admirado al comprobar cómo ella recitaba el precio de venta exacto de las 2.000 referencias que había en droguería.

Lourdes empezó en frutería pero pronto se incorporó a Perfumería, que era como denominaban a la zona de productos de droguería y cosmética. En la memoria de la numerosa clientela continúa la imagen de una jovencita delgada y sonriente ("mantengo la misma talla de uniforme", confirma entre risas) que tras el pequeño mostrador repleto de productos atendía y daba consejos sobre cremas, limpiadores o lo que se terciase. "De aquella la marca que más se vendía era Nivea".

El supermercado matriz, de 300 metros cuadrados, estuvo funcionando durante 33 años, hasta que en 2003 se reformó integralmente para convertirse en un hipermercado urbano Hiper Froiz de más de 4.000 metros cuadrados. En ese momento, Lourdes pasó a desempeñar tareas de reponedora, una labor que también realizaba cuando se encargaba de la zona específica de droguería, cuando todos los trabajadores participaban también de las descargas de productos.

Si tuviese que resumir en una palabra su paso por Supermercados Froiz, Lourdes destaca por encima de todo el "compañerismo". Y esto se hizo patente en las trabajadoras que interrumpieron sus vacaciones para despedirla como se merece. No en vano, Lourdes tiene el honor de haber formado parte del primer equipo de un grupo de supermercados que al cierre de 2021 ya alcanzaba los 258 puntos de venta y los 6.150 empleados.

Tras 49 años de vida laboral, Lourdes confiesa que continuará en activo de otra forma, con deporte, andando mucho, haciendo arreglos en casa y con dos compromisos ineludibles: sus dos nietos y un café con las compañeras y amigas, a partir de este momento sin horarios y sin prisas.

"Me da pena y me emociono, pero en cuanto salga por la puerta ya tendré la mente fijada en otra cosa". Toda una filosofía de vida.