La muerte de la vecina Victoria Piñeiro, víctima de un atropello en la carretera PO 313, ha llevado a que los vecinos de la parroquia marinense de Pardavila saliesen este sábado 25 a la calle para reclamar unas mínimas medidas de seguridad para evitar los riesgos que presenta este trayecto.
Según los vecinos, en los últimos días han tenido que escuchar todo tipo de declaraciones que "tratan de xustificar a causa do accidente con motivos alleos á falta de seguridade viaria. Hai quen chegou a afirmar que Victoria cruzou a estrada por un lugar non adecuado para os peóns. E nós preguntámonos: cal é ese lugar?".
En el manifiesto al que dieron lectura los vecinos se señalaba que a lo largo de toda la carretera PO 313 no hay ni un solo paso de peatones, ni semáforos para detener el tráfico ni para regular la velocidad, no hay iluminación que permita advertirle a los conductores de la presencia de peatones, sin aceras ni señalización que regule la velocidad y falta el "obligatorio pintado" de las líneas de la carretera después del asfaltado.
Los vecinos señalan que no van a admitir que el accidente ocurrió "porque concurrieron muchas circunstancias adversas", ni van a admitir que se busquen motivos no "intenso tráfico del vial, que era todavía de noche, que la visibilidad era reducida por el mal tiempo y que, desgraciadamente, hasta tres vehículos atropellasen a la víctima".
Los convocantes de la manifestación afirman que esta protesta será la primera de una serie de movilizaciones que solo finalizarán cuando comprueben que la carretera deja de ser un punto negro.
El acto finalizó con un minuto de silencio en memoria de la vecina fallecida.