Vecinos de Moraña y de Campo Lameiro, a los que se sumaron numerosas personas procedentes de otros concellos limítrofes, mostraron durante este viernes 7 de agosto su dolor por la muerte de Candela y de Amaia, las niñas de 9 y 4 años víctimas de un crimen cometido presuntamente por su padre, David Oubel, hace una semana.
Este acto organizado por amigos y conocidos de la familia de las niñas se inició en el cementerio de San Cristovo de Couso, en el concello de Campo Lameiro, donde reposan sus cuerpos. Allí los participantes portando velas realizaron una ofrenda floral rellenando con pétalos un dibujo sobre el suelo con el retrato de las dos menores. El alcalde del municipio, Julio Sayáns, mostró su rechazo al acto de violencia y se sumó a la consternación vecinal. También la alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro, amiga de la madre de las niñas participó en el acto que continuó con una marcha silenciosa.
Cientos de vecinos se desplazaron por las calles 6 y 2 de Moraña portando una pancarta en la que se podía leer: "Candela e Amaia sempre estaredes con nós". El acto finalizó, tras la lectura de un mensaje de agradecimiento al apoyo y cariño mostrado hacia la familia, con la suelta de globos en el entorno del edificio del Concello donde se depositaron velas y flores en recuerdo de las pequeñas.
A las 12.00 horas de este sábado, se llevará a cabo un nuevo acto de recuerdo en Caldas, que se iniciará frente a la iglesia de Santo Tomás.