Los vecinos de la parroquia de Bértola, en Vilaboa, continúan con las guardias diarias que comenzaron a finales de agosto con motivo del inminente inicio de las obras para la construcción de la subestación eléctrica del AVE en la parroquia. Han pasado casi tres meses y no sólo no abandonan su empeño, sino que siguen recabando apoyos.
Este sábado, la guardia estuvo acompañada por una de sus ya habituales marchas de protesta por la carretera N-550. Según han indicado los propios vecinos, recorrieron el vial en manifestación unas 160 persoas, entre los que se encontraban los más directamente afectados, pero también las comunidades de montes y vecinales de los pueblos vecinos.
Los vecinos siguen de guardia para impedir que comiencen las obras y, además, a la espera de la respuesta del Ministerio de Fomento a su propuesta de cambiar la ubicación de la subestación eléctrica. Desde el departamento estatal manifestaron su disposición a negociar y los afectados le entregaron firmas para demostrar que la obra cuenta con un amplio rechazo ciudadano y político en Vilaboa.
Los manifestantes llevan años manifestando su oposición a uan subestación de la que sostienen que supone atentar contra la salud de los vecinos de Vilaboa y Pontevedra y contra su medio ambiente y recusos naturales y patrimoniales. Recrudecieron estas protestas a finales de agosto para impedir que los trabajadores empiecen a obrar en la finca en la que se instalará la futura instalación eléctrica.