Víspera de Nochebuena en Bértola y los vecinos siguen al pie del cañón. Un grupo de quince hombres y mujeres se resguarda del frío en una pequeña caseta, a la que denominan el "chiringuito", montada frente a la zona en la que Fomento quiere instalar la polémica subestación eléctrica. La última propuesta del ministerio establece la opción de enterrar el cableado. Los vecinos no se fían pero esperan que el departamento jurídico del Concello de Vilaboa estudie el borrador del protocolo y les informe de si puede ser una solución alternativa que termine con este conflicto.
Llevan desde el 20 de agosto vigilando. Se turnan entre los vecinos para que siempre haya alguien controlando que no llegan camiones de obra con el objetivo de acometer la instalación, como sucedió en aquella mañana del verano. Durante estos meses han mantenido las guardias de lunes a viernes controlando la zona también durante la noche. "ÿ xente moi maior que ven aquí ás 8 da mañá. Comezou cunhas cadeiras e coa chegada do inverno pechámolo e trouxemos unha estufa de leña", así explica Pilar Pereira, portavoz de la Plataforma contra la subestación, cómo el pueblo se ha ido organizando para montar el "chiringuito" de control.
Esta mañana cuentan con un buen desayuno con chocolate y roscas cedidas por una panadería pontevedresa. "Aquí non se baixa a garda para nada", asegura una vecina preparada para pasar las fiestas pendiente de cualquier movimiento. Otra, con seguridad, indica que "estamos dispostos a levar golpes, xa os levamos cando foi o da empacadora" y añade "o que nos queren facer é para escaparnos todos do pueblo".
Los vecinos creen que esta subestación que afectaría directamente a 20 viviendas será el primer paso para la instalación de otras a partir de 2017 y no están dispuestos a aceptar que Bértola quede por debajo de una red eléctrica. "Quedariamos todos baixo un paraugas. Se son cousas tan boas, por que non o levan para outro sitio?", comenta otra vecina. La teniente de alcalde de Vilaboa, Ornela Salgado señala que "a partir da semana do 8 de xaneiro, tomaremos a decisión. O goberno apoiará sempre o que decidan os veciños".
Los afectados no entienden los motivos por los que Fomento rechaza la parcela en el monte que se había propuesto como alternativa. Ornela Salgado admite que existe un malestar cada vez mayor por la falta de diálogo: "Por parte do Concello e da Plataforma hai bastante desilusión porque o que se quere é o traslado da subestación pero Fomento segue igual e quere que a partir de 2017 se nos poña outra de Fenosa". Y entre sorbo y sorbo de chocolate caliente, una de las vecinas concluye: "Ai, se nos montasen aquí un Ikea..."