Los preferentistas vuelven a la calle: "Todos somos Domitila"

Pontevedra
03 de abril 2015

La cita será a las 10.00 horas en el exterior del edificio que acoge los juzgados del Contencioso-Administrativo, pues dentro estarán juzgando la Domitila Vicente Franco, una mujer de 82 años que se mueve con andador y que fue multada por alteración del orden público. Ella se defiende en un video: "Eu non me sinto culpable de nada, eu defendo o que é meu"

Captura de pantalla del vídeo de Domitila Vicente GZ Videos

El próximo martes 7 de abril los afectados por las preferentes volverán a las calles de Pontevedra. No protagonizarán una de las habituales concentraciones o manifestaciones con las que llenaron la ciudad con el sonido de sus bocinas y camisetas de todos los colores para reclamar que reintegrasen su dinero atrapado en productos financieros híbridos. En esta ocasión saldrán para gritar: "Todos somos Domitila".

La cita será a las 10.00 horas en la calle Germán Adrio, a la altura del número 4. Se concentrarán en el exterior del edificio que acoge los juzgados del Contencioso-Administrativo, pues dentro estarán juzgando a Domitila Vicente Franco, una mujer de 82 años que se mueve con andador y que fue multada por alteración del orden público durante una protesta de afectados por las preferentes en el Concello de O Rosal en el año 2013.

Los afectados hacen un llamamiento a la asistencia a la concentración de protesta y también a divulgar un vídeo de Domitila que acaban de publicar en las redes sociales. En él, la mujer se defiende asegurando que tendrá un juicio por dos multas de las que "eu non me sinto culpable".

"Eu ía defender o que era meu, eu non peguei a nadie", explica Domitila, que se ve obligada a defenderse ante acusaciones como alteración del orden público o un comportamente presuntamente agresivo con el que intentó acceder al interior de la casa consistorial de O Rosal en tres ocasiones durante la misma protesta. Ella reconoce que participó en la concentración, pero no el resto de las acusaciones.

A pesar de su edad y de la osteoporosis que la obligación a usar a un andador para moverse, muestra mucha fuerza de voluntad y se defiende con seguridad: "eu non me sinto culpable de nada, eu defendo o que é meu".