Al grito de "sinvergüenzas" recibían los afectados por las preferentes a los coches que se dirigían este sábado hacia el Castillo de Soutomaior para asistir al acto de apertura del curso político del PP. Medios de comunicación, militantes y cargos políticos eran los únicos que tenían permiso para acercarse a más de un kilómetro del recinto, mientras un amplio dispositivo policial impedía el paso a los 'preferentistas'. No por esperada, la situación dejó de enfadar a quienes se desplazaron desde distintos puntos de Galicia para intentar asistir al cónclave 'popular' y reaccionaron con gritos y bocinazos.
Todos los accesos al castillo estaban cortados, los primeros controles 'filtro' estaban a más de dos kilómetros y medio y no se podía pasar sin invitación. Lo máximo que pudieron acercarse los afectados por la comercialización de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas de Novagalicia Bancoa fue al acceso a la carretera del Castillo desde O Viso. Allí se pararon, pero uno de sus portavoces, Xulio Vicente, quiso insistir en que "non estamos concentrados, a nosa intención nunca foi concentrarnos".
El matiz es importante, pues no tenían autorlización para una concentración de protesta. ÿl aclara el por qué. "Enterámonos de que había un acto do PP e de que viña Rajoy e queremos asistir, supoñemos que eles xa teñen permiso para ese acto e nós non convocamos outro", explica. Sí se encontraban concentrados en un mismo punto es "porque non nos deixan ir a onde queremos, non por que estemos facendo unha manifestación".
Ante tal situación, Xulio Vicente se teme que "nos chegarán multas por esta protesta", pero se defenderán de ellas, pues "son eles os que nos obrigan a quedar aquí todos xuntos, a modo de manifestación". Al mismo tiempo, muestra su "enfado" e "indignación" con los dirigentes del PP porque "se vimos aquí e porque queremos que o PP nos escoiten e eles evítannos". Quieren llegar a los líderes del partido y, en particular, a su presidente estatal y del Gobierno, Mariano Rajoy, "para que escoite os nosos problemas" y para recordarle que "nos deben 500 millóns de euros".
Un niño muy pequeño con un tambor, varias decenas de afectados con bocinas y casi todos con carteles y camisetas que les identifican como "vítimas dunha estafa". Es la imagen que proyectan al paso de los invitados al acto del PP. Son varias decenas, pero entre ellos están, según Xulio Vicente, representantes de todas las plataformas de afectados de Pontevedra y de otras de Compostela, Carballo, Lugo "e de case toda Galicia". Los más numerosos son los de O Baixo Miño, que llegaron en autobús.
Ellos se sienten "enganados" por el PP y se quejan de que les "criminaliza" con tanto despliegue policial. La visión no es la misma desde las filas 'populares'. El presidente de la Deputación, Rafael Louzán, hizo referencia a quienes se manifestaban kilómetro abajo y agradeció el trabajo del subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello, para garantizar el dispositivo seguridad, pues "hoxe non é fácil chegar ata aquí".
Esta referencia estuvo seguida de una dura crítica hacia los afectados, a los que acusó de "intentar sacar rédito político" de la problemática de las preferentes, una cuestión a la que "o Partido Popular, nos dous gobernos, o de España e o de Galicia, foi capaz de dar resposta".
"Aínda que algúns nos queiran amedrentar, hoxe sentimos orgullo de ser do PP", les envió a modo de mensaje, y añadió que en su partido "sempre fomos mellores gobernando que levando pancartas".
A continuación, pasó a glosar los méritos de su partido en la gestión de esta problemática, de la que asegura que Galicia tiene resuelta "en gran medida" gracias al PP, pues la Xunta puso en marcha la vía del arbitraje y el Gobierno central posibilitó que "tivesen liquidez" a través del fondo de garantías de depósitos.