Los pontevedreses responden: la cuarentena deja la ciudad desierta

Pontevedra
15 de marzo 2020

En la mañana de este domingo es posible salir de casa, acudir a la panadería a comprar productos básicos y regresar sin cruzarse con más personas que las que están dentro del establecimento comercial. En el interior, además, clientela y trabajadores respetan las distancias de seguridad 

Calles vacías en el primer domingo de cuarentena
Calles vacías en el primer domingo de cuarentena / Diego Torrado

La cuarentena colectiva impuesta por el Gobierno del Estado dentro de las medidas para frenar el avance del coronavirus en toda España ha tenido una respuesta inmediata entre la ciudadanía de Pontevedra. Este sábado, tras las directrices de la Xunta de Galicia de cierre de todos los comercios que ofrecen productos no esenciales, las calles y plazas apenas tenían presencia humana. Este domingo, ya con el Estado de Alarma activado y las restricciones de desplazamientos de orden estatal, la imagen que deja es la de una ciudad desierta. 

Los pontevedreses han respondido y en la mañana de este domingo es posible salir de casa, acudir a la panadería a comprar productos básicos y regresar sin cruzarse con más personas que las que están dentro del establecimiento comercial. En el interior, además, tanto la clientela como los trabajadores respetan las distancias de seguridad, dejan un metro en la cola y no se pegan al mostrador. 

Las restricciones de desplazamientos asociadas al Estado de Alarma confinan a toda la ciudadanía en casa al menos durante 15 días y la lluvia que empezó a caer a media mañana de este domingo hizo el resto, disuadiendo de salir a la calle a quiénes pudiesen estar tentados a hacerlo pese a las restricciones. 

Los ciudadanos únicamente pueden circular por las vías de uso público para acudir a tiendas de alimentación, centros sanitarios, farmacias y puestos de trabajo, pero también podrán moverse aquellos que en los últimos días habían dejado su casa y ahora quieran regresar a su lugar de residencia habitual y quienes deban encargarse de la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables o necesiten acudir a entidades financieras. 

El decreto aprobado establece que también se puede circular por causa de fuerza mayor o situación de necesidad y que estas restricciones de movimientos afectarán a la circulación de personas y de vehículos particulares por las vías de uso público para la realización de las actividades autorizadas o para el repostaje en gasolineras o estaciones de servicio. Esos desplazamientos, además, tendrán que ser individuales