Siete años después de su inauguración, las calles del polígono industrial de A Reigosa siguen sin nombre. Pero no será por mucho tiempo. El Concello de Ponte Caldelas tomó la decisión de bautizar todo el callejero con los nombres de las distintas estaciones de petroglifos repartidas por el municipio, convirtiéndolo así en un catálogo de la riqueza del arte rupestre.
La iniciativa del gobierno local será presentada en el próximo pleno. El alcalde, Andrés Díaz, espera que en poco tiempo las nuevas placas estén ya colocadas.
Las empresas asentadas en el polígono, según el Concello, mostraron su disposición a aceptar esta denominación, a pesar de que la iniciativa les obliga a realizar algunos trámites administrativos, pues además del domicilio afecta también a la sede social y fiscal de algunas de ellas.
El alcalde agradece explícitamente al historiador Buenaventura Aparicio haber presentado esta sugerencia al Concello y también al empresariado por haberla aceptado. Ponte Caldelas se convertirá, de este modo, en el primer municipio que dedica su callejero a la promoción y difusión de su patrimonio arqueológico.
"Creo que es una idea magnífica, pues además de que tiene un coste muy reducido, lo que siempre es importante en un concello pequeño, es un hito muy significativo para la puesta en valor de nuestros valores más culturales", afirma Díaz.
La mayor parte de las calles llevarán nombres correspondientes a las estaciones de observación del área arqueológica de Tourón, pero habrá también calles para otras piedras muy singulares y conocidas internacionalmente por los estudiosos del arte rupestre como la Laxe do Barón (situada en Forzáns), Laxe da Irena (Parada) y la Afiada dos Legóns y la Pedra do Cervo (Cuñas).
El resto de las calles llevarán los nombres de las estaciones de Tourón. Así habrá calles del Outeiro da Forcadela, Outeiro do Pío, Coto da Cubela, Laxe das Sombriñas, Laxe das Cruces, Coto da Siribela, Nabal de Martiño, Coto da Veiguiña y O Recosto.
El Concello ya dispone del plano correspondiente y decidió asignar las dos principales calles del polígono a la Laxe das Sombriñas y al Nabal de Martiño, al tratarse de las dos laxes más significativas de Tourón.