La Comunidad de Montes del Salgueiral acordó personarse en la investigación policial y en las diligencias que se llevan a cabo de investigación por el fuego que sufrió este verano el monte vecinal.
Fue uno de los acuerdos adoptados este domingo 18 de septiembre en la Asamblea General de la Comunidad de Montes del Salgueiral que tuvo la participación más alta que se recuerda de comuneros. La Xunta Rectora presentó una batería de acciones a realizar después de este inesperado fuego que arrasó parte del monte vecinal diez años después del incendio devastador del 2006.
El fuego afectó a casi setenta hectáreas de las cuales más de cuarenta corresponden a monte vecinal y las restantes a propiedades particulares. Especial importancia por su valor medioambiental y paisajístico suponen la pérdida total de un rodal de cerca de 10 hectáreas en las márgenes del río Almofrei en las cuales se llevó a cabo en estos años, con la colaboración del programa MonteVivo del Concello de Pontevedra, la sustitución del eucalipto por especies de ribera. También resultaron afectados 3 km de sendero de la Senda del Almofrei que esta comunidad de montes inauguró en el año 2010.
Además de personarse en las diligencias judiciales abiertas, la asamblea acordó solicitar las administraciones públicas colaboración en las actuaciones urgentes de protección del suelo quemado y restauración de las zonas afectadas por el fuego.
También elaborarán un completo informe de daños y perjuicios causados por el fuego y pondrán en marcha un Plan de Acción Comunitaria para apoyo a los propietarios particulares de fincas forestales en la restauración ambiental de las mismas.
Este Plan de acción comenzará con ofrecer asesoramiento técnico a los vecinos del Salgueiral y permitirá conocer la realidad de la propiedad particular "tan alejada de la que recoge el Catastro", según valoraron. Del mismo modo permitirá desarrollar sus posibilidades de aprovechamiento de forma conjunta. Se comenzará con las zonas queimadas y las más próximas las viviendas y núcleos habitados. Se recopilará la documentación de las hincas, se grafiará su realidad geográfica y se realizará una encuesta a los dueños de los predios para conocer sus usos pasados y el interés del dueño en nuevos aprovechamientos.
Una segunda fase será la planificación de actuaciones y finalmente, su puesta en marcha.