Los siete ciudadanos sirios que la semana pasada llegaron al puerto de Marín a bordo del buque Lady Boss y pidieron asilo político en España para evitar regresar a su país ya están fuera del barco tras haber cobrado los tres meses de salario que le adeudaba la empresa armadora.
La armadora ya había realizado una transferencia a un banco de Marín el viernes, día que los ciudadanos sirios recibieron su 'tarjeta roja' que les autoriza a trabajar y residir en España de forma temporal. Sin embargo, ese dinero no llegó físicamente a los marineros hasta este martes, según confirmó Luz Baz, inspectora de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF).
Los siete demandantes de asilo ya podían abandonar el barco desde el viernes porque están autorizados a vivir y trabajar en territorio español, pero optaron por permanecer a bordo hasta cobrar, convencidos de que, una vez dejasen el buque, ya no cobrarían. Una vez que este martes tienen ya su dinero, dejaron el puerto y ahora se acogerán al programa de acogida que financia el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y que realiza en Galicia la ONG Accem, con sede en A Coruña.
En cuanto al buque Lady Boss, Luz Baz también ha confirmado que todavía no puede abandonar Marín, pues está retenido por Capitanía Marítima a petición de ITF hasta que la empresa abone sus salarios al resto de la tripulación. En total, debía unos 20.000 dólares por tres meses de salario a todo el personal y hasta el momento tan solo han cobrado los siete demandantes de asilo. El resto de personal del buque, de origen sirio y búlgaro, sigue pendiente de recibir su dinero.
Una vez que paguen, el buque saldrá de puerto con algunos trabajadores que siguen a bordo y con cuatro nuevos marineros que acaban de ser contratados. Su siguiente parada será Cartagena y, más tarde, Turquía, pero su destino final será Siria, un país en guerra que querían evitar los siete demandantes de asilo.