"Os resultados obviamente en Galicia son malos", resumió el alcalde capitalino, Miguel Anxo Fernández Lores, "baixamos, que vamos a decir".
El único consuelo que encontro el regidor fue que en el municipio y en la comarca los resultados para su formación fueron "buenos", un calificativo que se sustenta en base a la subida en votos "e tamén en porcentaxe, el problema é que sube aNova e que o PSOE baixou moitísimo".
Respecto al municipio Lores valoró positivamente que "a nos non nos quitaron votos, quitaronllos maioritariamente ao PSOE e tamén algo o PP que aquí baixou en votos".
Respecto al resultado global de los comicios gallegos y la victoria de Alberto Núñez Feijóo, con el rostro desencajado el alcalde confesó que "los ciudadanos son soberanos, votan o que consideran convinte y nos temos que mellorar a nosa mensaxe o noso traballo, porque indiscutiblemente non nos queda máis que reconocer que non soubemos transmitir que éramos unha alternativa fiable que lle vamos a facer".
"ÿ incomprensible que o Partido Popular con un desastre de Goberno volvera a ganar con unha maioría máis folgada, e incomprensible", repitió.
Respecto a la emergencia de Xosé Manuel Beiras con aNova (AGE), Fernández Lores señaló que en el Bloque "teremos que analizar en profundidade cales son las alternativas". ÿstos análisis no se harán esperar pues el alcalde pontevedrés informó que la Executiva Nacional del BNG se reunirá mañana en Santiago de Compostela por la tarde.
En esta misma línea se expresó el número cuatro de la candidatura del Bloque nacionalista galego, Luis Bará, quien compareció ante la prensa asumiendo que "hai que estar para as duras e para as maduras" convencido de que "este país necesita de o noso traballo" por lo que reafirmó que "seguiremos coa mesma dedicación, para adiante", dijo para admitir a continuación que estaba "decepcionado".
DECEPCIÿN EN EL BNG
Esta misma emoción resume el sentimiento entre la militancia nacionalista durante la tarde noche de ayer.
Cerrados los colegios y a medida que avanzaba el escrutinio se escuchaba por los pasillos del segundo piso de la calle Marquesa un "Tsk!" ¿Qué era ese sonido? Era un chasquido, ese que se realiza con la lengua para expresar incomodidad . "Tsk!"
Pronto empezaron a aflorar los "mi madriñaaaa", y por supuesto los tacos, curiosamente, casi todos en castellano. Luego estaban los optimistas: Hai que seguir traballando, duramente, máis Ni una mala palabra sobre Beiras.
Algunos optaron por reunirse en el bar de abajo, el "Café del siglo", para recuperar las fuerzas con un tentenpié y ahogar las penas con una cerveza.
Pero hubo muchos, aquí si que fue una gran mayoría, que ni siquiera optaron por esa alternativa y se despidieron temprano con un "mañana falamos".
La espantada fue tan amplia que antes de que compareciese el candidato Jorquera ya se había vaciado la sede nacionalista.