Las ciudades deben ser espacios más amables para la gente, para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Es el mensaje que trasladó este martes el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, durante la jornada de trabajo organizada en Madrid por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
El objetivo de este encuentro, en el que Fernández Lores explicó la transformación urbana experimentada por Pontevedra, era analizar la relación entre la salud y la gestión urbana.
El alcalde pontevedrés compartió una mesa redonda con el concejal de Movilidad de Bilbao, Alfonso Gil. Los dos hablaron de la valentía política necesaria para llevar a cabo las medidas de sostenibilidad que están detrás de la reducción del tráfico a motor y el aumento de la movilidad natural y el transporte público, dependiendo del tamaño de cada ciudad.
Para Lores la zonificación y el uso de autobuses y metro es un hecho diferencial de las ciudades grandes en relación con las pequeñas, pero para ambas abogó por un urbanismo compacto, impidiendo que la ciudad crezca dispersa.
La sesión de trabajo se centró en la salud como factor diferencial de las nuevas ciudades, subrayando la calidad de vida como la principal motivación del cambio, con el fin de rescatar las ciudades de los coches y entregárselas a las personas, para que puedan vivir en armonía con el medio urbano.
Así, el alcalde de Pontevedra animó a los presentes a luchar por ciudades que caminen de manera integral hacia la sostenibilidad, evitando planteamientos parciales y así eludir problemas como la gentrificación, provocados por el aumento de valor en determinadas zonas de la ciudad que sí se transforman, en relación a otras que se quedan más abandonadas.