Cuando baja la marea, gran parte de las instalaciones del Club Naval de Pontevedra quedan inutilizadas. En algunas zonas, el fango sobrepasa la altura de las rodillas y la navegación se hace casi una misión imposible.
Sus usuarios lo llevan demandando desde el año 2005 y, recientemente, ellos mismos bajaron al río para retirar a mano grandes cantidades de lodos. Una acción con la que pretendían llamar la atención sobre su alarmante situación y exigirle a la Xunta que aborde, de una vez por todas, el dragado del río Lérez.
Portos de Galicia insiste en que la tramitación ambiental de esta actuación se inició en 2011 y que se están cumpliendo los plazos establecidos en la legislación ambiental. El retraso de este dragado se debe, apuntan, a la complejidad administrativa de un proyecto que necesita informes de una docena de departamentos diferentes de la Xunta y el Gobierno central.
Pero cada día que pasa sin que se apruebe este dragado, es un tormento para el Club Naval pontevedrés. Por eso, coincidiendo con la entrega de la distinción que les ha concedido el cuerpo de Bomberos, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, volvió a posicionarse del lado de los usuarios del puerto náutico.
Fernández Lores reiteró que la sociedad pontevedresa debe reivindicar "todos xuntos" al gobierno autonómico que el "necesario" dragado del río Lérez se realice "xa".
El regidor capitalino asegura que es de "xustiza" después de todo el tiempo que el Club Naval lleva esperando por esta solución para volver a utilizar las plazas de amarre que quedaron inutilizadas por culpa de los lodos y, si es posible, aumentar los pantalanes disponibles para el atraque de nuevas embarcaciones.