El colegio SEI San Narciso de Marín es, desde este jueves, vivienda para unas treinta personas de nacionalidad ucraniana desplazadas desde su país de origen por la guerra. En el centro educativo esperan además la de otros veinte refugiados.
Los refugiados dispondrán de forma totalmente gratuita y durante todo el tiempo que sea necesario de alojamiento, una habitación con cuarto de baño por familia; manutención, almuerzo, comida y cena; uniforme escolar o una asignación económica mensual en función de la composición de la unidad familiar y de sus necesidades.ç
La escolarización de los menores e incorporación de profesorado ucraniano para que continúen con su formación académica, actividades extraescolares para los estudiantes y clases de español para todos los miembros de las familias que no dominen el castellano completan las atenciones.
En esta acción solidaria, el colegio cuenta también con el pleno apoyo de la asociación de padres y madres, que han puesto a disposición del centro diverso material escolar, así como uniformes que sus hijos ya no utilizan.
Además, con el objetivo de facilitar la integración de los menores, el Anpa tiene diseñado un sistema para que las familias españolas puedan acoger a sus nuevos compañeros en sus actividades cotidianas habituales.
Santiago Bareño, propietario del Grupo SEI, agradeció "la colaboración total del ANPA", con los que estarán en contacto diario para comunicarles "las necesidades que vayan surgiendo para que las aportaciones sean las adecuadas".
En este sentido, reconoce que el aprovechamiento de los uniformes será "un alivio económico para nuestro plan, con el que también dotaremos a los niños del correspondiente material escolar según sus edades", remató el propietario.