Eva Vilaverde, concejala de Seguridade Cidadá, indicaba este martes que ante los avisos de fenómenos meteorológicos adversos por la llegada de la borrasca Kirk, el Concello de Pontevedra va a adoptar medidas para garantizar la seguridad de la población.
Explicó que se esperan vientos fuertes, lluvias intensas y gran oleaje a partir de las 18.00 horas de este martes 8 y, por este motivo, se van a cerrar las sendas del río Lérez y de la Illa do Covo; el mirador de Monte Porreiro; Las Palmeras; el parque de Rosalía de Castro y los parques infantiles del municipio.
Vilaverde ha anunciado que se va a mantener una atención especial de las zonas arboladas y desde el gobierno local han recomendado a la población no acercarse a estos espacios, además de evitar la circulación próxima a muros, cornisas; grúas o andamios.
En las viviendas solicitan la retirada de las fachadas y balcones de aquellos objetos que puedan desprenderse y caer a la calles como consecuencia del viento.
La concejala también ha recomendado que se tengan en cuenta las mareas, la preamar está prevista para las 7.53 de este martes y para las 08.15 horas del miércoles, evitando aparcamentos en zonas inundables.
Para este martes la alerta establecida es amarilla, mientras que para el miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) incrementa la alerta a naranja a partir de las 00.00, y por viento entre las 08.00 y las 14.00 horas.
En ese horario no se abrirán instalaciones deportivas al aire libre y, como consecuencia, quedarán suspendidas las actividades previstas en esos espacios.
El Concello de Pontevedra tendrá todos los operativos de emergencia en preaviso, coordinados por la Policía Local, afirmó Eva Vilaverde.
En cuanto a la enseñanza, la representante del gobierno municipal ha indicado que se mantienen a la espera de lo que determine la Consellería de Educación, pendientes de la evolución de la borrasca.
Al tratarse del primer adverso meteorológico que llega en este otoño, los servicios de emergencia piden a la ciudadanía especial atención debido a la posibilidad de caída de árboles debilitados, ramas secas o incluso mobiliario público.