Con la vista puesta en la importante reunión que la Comisión de Pesca de la Unión Europea celebrará el próximo 29 de mayo, los marineros de la flota cefalopodera expulsados del caladero de Mauritania retoman las movilizaciones. Será con una gran manifestación que se celebrará este viernes 24, a las 20.30 horas, en la Alameda de Marín, y que cuenta con el apoyo de los concellos de Marín, Bueu y Pontevedra.
Así lo explicaron los afectados, tanto marineros como armadores, al término de la entrevista que mantuvieron con el alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores. A él le explicaron en qué punto se encuentra su conflicto. La Comisión de Pesca analizará un informe "demoledor" en contra de las gestiones realizadas por la Unión Europea ante el gobierno mauritano, "porque gastan os mesmos cartos para pescar moito menos", según Xabier Aboi.
El respaldo a este informe negativo sería, según Francisco Freire, presidente de los armadores de Marín, "un toque de atención" a las autoridades europeas, aunque reconoció que no será determinante. Tras su paso por la Comisión de Pesca, este acuerdo pesquero deberá pasar por el Parlamento Europeo y allí hay "700 personas que no han demostrado nunca mucho interés en la pesca y todo puede pasar".
En este sentido, Xabier Aboi, que criticó que las autoridades europeas estén dando pasos para solucionar el conflicto del caladero mauritano sólo para la flota pelágica holandesa y el marisqueo, hizo un llamamiento a los eurodiputados españoles, especialmente a los de Izquierda Unida, de los que dijo, "non hai constancia de que vaian a votar a favor dos nosos intereses", para que no den la espalda a la flota gallega.
En todo caso, los afectados insisten en que este problema no viene generado por motivos biológicos o por agotamiento del caladero mauritano y exigen una solución, ya que las ayudas que reciben por su parón finalizan el próximo mes de julio "e non podemos esperar máis". Dice Aboi que "se nos din que esperemos ata despois de esa data, igual cando veñan a buscarnos xa non hai flota que salvar, estará toda no desguace".
Con respecto a esta problemática, Miguel Fernández Lores destacó que la expulsión de los barcos del caladero mauritano, 20 en total que empleaban a unas 300 personas de la comarca de O Morrazo, se enmarca en una situación "dramática" del sector gallego, en el que dijo "cada vez hai menos traballo, menos barcos, menos construcción naval e menos pesca" y reclamó a la UE, a la Xunta y al Ministerio de Pesca "que defendan os intereses galegos".