Licitan la bajada al pecio del Villa de Pitanxo, que se resolverá el 29 de marzo

Marín
13 de marzo 2023
Actualizada: 13:45

El anuncio de licitación explica la declaración de urgencia del procedimiento por varios motivos. El principal es la necesidad de "asegurar que las operaciones se realizan durante la primavera o verano, época con climatología favorable en la zona (Atlántico Norte cerca de Terranova), y así disponer de mayores oportunidades de éxito"

Familias de la tripulación del Villa de Pitanxo, en Marín
Familias de la tripulación del Villa de Pitanxo, en Marín / PontevedraViva

Ya hay fecha para la adjudicación del contrato que permitirá bajar al pecio del Villa de Pitanxo en Terranova y avanzar en la investigación del naufragio ocurrido el 15 de marzo de 2022. Será el 29 de marzo de 2023.

La Plataforma de Contratación del Sector Público publicó este domingo la licitación del contrato, que supone el servicio de búsqueda, localización e inspección del pecio del buque pesquero como apoyo a la investigación del accidente que está llevando a cabo la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM).

El proceso de licitación se realiza por procedimiento abierto y en tramitación urgente. El propio anuncio de licitación explica la declaración de urgencia del procedimiento por varios motivos. El principal es la necesidad de "asegurar que las operaciones se realizan durante la primavera o verano, época con climatología favorable en la zona (Atlántico Norte cerca de Terranova), y así disponer de mayores oportunidades de éxito".

Otro motivo que justifica esta urgencia es que la Audiencia Nacional, donde se sigue un procedimiento judicial por el mismo accidente, ha urgido al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana "acelerar todo lo posible" la tramitación de la licitación al objeto de "disponer cuanto antes del informe pericial" que deben realizar dos investigadores de la CIAIM que han sido designados peritos judiciales.

La fecha máxima para la presentación de ofertas termina el 28 de marzo a las 15.00 horas y al día siguiente, el 29 de marzo, se procederá a la apertura de las ofertas económicas. El proceso sale a licitación por 3,63 millones de euros. 

La licitación recoge que la zona de las operaciones se sitúa en el Atlántico Norte, a 250 millas de San Juan de Terranova y a una profundidad de 1.000 metros.

Los pliegos del contrato contemplan que las operaciones se desarrollen durante un plazo de quince días como máximo: siete días para la búsqueda y ocho días para la inspección submarina.

A ellos habrá que sumar el desplazamiento a la zona del hundimiento, hasta 16 días de ida y vuelta en función del puerto de salida del barco. Además, se contemplan hasta diez días de inoperatividad por mal tiempo.

El adjudicatario deberá disponer de un buque tipo OSV (offshore support vessel) de más de 65 metros de eslora, con posicionamiento dinámico.

El barco tendrá que estar dotado de un equipo de búsqueda, compuesto por un sonar remolcado o submarinos autónomos no tripulados; y de un equipo de inspección, con dos robots ROV, unidos al buque mediante cable umbilical, dotados de cámaras de vídeo y brazo articulado.

El inicio de las operaciones, señala la licitación, tendrá como fecha límite el 1 de octubre y el adjudicatario deberá verificar previamente la existencia de una previsión de meteorología favorable en la zona de operaciones.

Durante el desarrollo de las actividades a bordo del buque habrá hasta dos peritos judiciales, por mandato de la Audiencia Nacional, y un miembro de la CIAIM.

LAS FAMILIAS CELEBRAN LA LICITACIÓN

Tras conocer el anuncio de licitación, la portavoz de las familias de la tripulación del buque, María José de Pazo, realizó una valoración positiva. Se trata de una noticia que ya "esperaban" porque ya el viernes les habían avanzado que la publicación sería inminente. 

Ahora que se ha dado este paso en la tripulación del expediente lo califican de "buena noticia" para que "por fin" se acometa la operativa de bajada al pecio.

De Pazo recuerda que las familias llevan pidiendo desde el principio que se baje al pecio para investigar lo ocurrido, pese a la oposición inicial del Gobierno del Estado. Ahora, consideran que "se demuestra que lo que pedíamos no era una quimera", sino un paso que permitirá conocer las causas del naufragio.

Recuerda que tanto las familias de los fallecidos como el superviviente Samuel Kwesi buscan, con esto, "que se llegase a las causas del naufragio y no que no se descartase ningún indicio, ninguna prueba".