Librería Cao, un establecimiento que ha sido parte fundamental de la vida cultural de Pontevedra desde 1948, cerrará sus puertas a finales de este mes. En una emotiva conversación con PontevedraViva en el local de la calle Sarmiento, Laura Carrasco, quien ha dirigido la librería en los últimos once años, reflexiona sobre las casi ocho décadas de actividad del negocio familiar y los motivos de este cierre.
- Laura, ¿por qué cierra Librería Cao?
La librería cierra porque tengo unos proyectos personales y profesionales que son incompatibles con un horario comercial. Además, como mucha gente sabe, yo he vivido muchos años en Inglaterra y toda mi familia política está allí. Me he perdido muchísimas reuniones familiares, todas las navidades desde que estoy en España, el nacimiento de mi sobrino, que solo lo vi tres días... Entonces llega un momento en el que dices: necesito parar y cuidarme.
- ¿Cuál fue el momento clave en el que tomaste la decisión?
El momento en el que tomé la decisión de cerrar la librería fue cuando cumplí 40 años. Me dije a mí misma que necesitaba plantearme más cosas en la vida. Aunque adoraba la librería, sentía que no podía seguir abarcando tanto y que debía enfocarme en mis proyectos personales y profesionales. Este año cumplí 45 y me di cuenta de que seguía en la misma situación, así que entendí que tenía que hacer algo drástico para no arrepentirme más tarde.
- ¿Fue una decisión difícil de tomar?
Fue durísima, una de las decisiones más difíciles que he tomado. Duele, porque son 76 años de actividad y tengo una conexión emocional muy fuerte con mis clientes, que han sido parte de mi vida. Mi familia ha estado involucrada en la librería a lo largo de tres generaciones, y estoy agradecida por todo lo que hemos logrado juntos. Aunque cierro este capítulo, no descarto volver a abrir en el futuro. Fue una decisión complicadísima, pero había que tomarla.
¿Cuándo te pones al frente de la librería y por qué?
Me puse al frente de la librería en el año 2013. La decisión de asumir el mando vino tras una serie de circunstancias difíciles, ya que mi madre, quien llevaba la librería desde los años 80, desarrolló un cáncer, del que ya está recuperada, pero que le provocó una alergia a la tinta y al papel, por lo que le dieron la incapacidad. La librería estaba en una situación complicada que arrastraba desde la crisis de 2009 y con la enfermedad de mi madre... Entonces decidí volver de Inglaterra y continuar con la gestión del negocio.
- ¿Cuándo empezasteis con la liquidación?
El jueves de la semana pasada. Ha sido un tsunami de gente viniendo, y eso también te toca. Hasta el 31 de diciembre, todos los días voy a tener un nudo en la garganta porque tienes que despedirte de mucha gente.
- ¿Cómo ha sido la respuesta de la clientela habitual?
La clientela que ha tenido y que tiene Cao es súper leal. Es un vínculo muy fuerte. He tenido clientes que eran también clientes de mi abuelo y de mis padres. La gente ha estado ahí a tope, y se les agradece un montón.
- Hablando de la historia de la librería, ¿puedes resumir su trayectoria?
Todo esto lo empieza mi abuelo en el año 1948. Se trasladó a Pontevedra desde Madrid por razones políticas, ya que era republicano y estaba muy expuesto en la capital. Comenzó en un pequeño local en la plaza de la Peregrina, donde vendía libros, incluso algunos prohibidos que le llegaban camuflados en cajas de plátanos.
Desde niño mi padre le ayudaba a mi abuelo en los recreos. Luego se va a Madrid a hacer la mili, conoce a mi madre y se vienen para Pontevedra.
Entonces, en el 76, mi madre entra en el negocio familiar. Mi padre y mi abuelo deciden centrarse en la distribución en el local que es la librería hoy, mientras mi madre está en el local de al lado.
En los años 80 es cuando mi madre pasa la librería para este local de Sarmiento. Y entonces empezó a especializarse en tema más artístico, en libros descatalogados y raros.
Yo cuando llegué añadí libros en lengua extranjera, principalmente por todos los años que viví en Londres, y el libro antiguo, como un pequeño homenaje a mi abuelo.
- ¿Cuál es tu visión del futuro de las librerías?
Creo que hay que cuidar el tejido comercial. La gente debería ser más consciente de que las librerías no son negocios extremadamente rentables. En Pontevedra, tenemos el mayor número de librerías por habitante de Galicia, lo que es esperanzador. Pero la situación es complicada, y es fundamental apoyar a los comercios locales.
- ¿Cómo has manejado la competencia de las compras online?
La última encuesta del Observatorio del Libro y de la Lectura decía que, aunque las compras online han subido, la mayoría de la gente aún prefiere comprar en librerías, especialmente en las independientes. Aún somos puntos de resistencia, porque lo bonito de comprar un libro es poder tocar las páginas antes de darle al clic en una pantalla.
Tenemos página web propia de la librería y lo que me ha ido salvando un poco es que tenemos libros muy distintos y libros raros y descatalogados que no se encuentran tan fácilmente.
Pero es imposible competir con el gigante de Amazon, ahí también vendemos, pero se lleva una comisión por cada venta del 20 por ciento, que para un pequeño vendedor es imposible.
- Para concluir, ¿hay un mensaje que te gustaría transmitir a tus clientes?
Simplemente, dar las gracias de corazón a todo el mundo.
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Liquidación de Librería Cao por cierre
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