Las plataformas como Airbnb o Homeaway han hecho emerger un fenómeno con el que llevamos conviviendo durante años: los alquileres vacacionales. Se trata de propietarios de viviendas particulares que las alquilan a los turistas durante un tiempo limitado. Y sobre ellos ha puesto sus ojos el sector hotelero que las ven como una competencia desleal.
La presión de este "lobby" hotelero es el motivo por el cual la Xunta, según la asociación Aviturga -que reúne a propietarios de estas viviendas turísticas-, ha decidido regular este sector sin contar con ellos. Así lo ha destacado su presidenta, Dulcinea Aguín, tras la entrevista que ha mantenido con la concejala de Turismo, Anabel Gulías.
El sector, ha denunciado Aguín, ha presionado al gobierno gallego de una forma "brutal" para que exija a estas viviendas unos requisitos "de muy difícil cumplimiento" para poder dar servicio a los turistas que visitan Galicia durante sus vacaciones.
Con este decreto, que está en fase de borrador, los hoteleros gallegos buscan "eliminar la competencia" y no potenciar el turismo en Galicia. Ante este panorama, la asociación Aviturga ha pedido a ambas partes que "reflexionen" sobre por qué cada año aumentan los alquileres de estas viviendas y descienden las estancias en hoteles.
En este sentido, Dulcinea Aguín ha instado a la Xunta a paralizar la redacción de la nueva regulación y comenzar "desde cero" contando con los propietarios de viviendas turísticas que, según ha recordado, a pesar de ser particulares "pagamos impuestos" y contribuyen a mejorar la imagen de Galicia como destino turístico de calidad.
Así, desde Aviturga recuerda que en una ciudad como Pontevedra, en donde hay "escasas" plazas hoteleras para la creciente demanda que existe, "si el Concello quiere promocionarse debe poder contar con nuestras viviendas", algo que hoy en día no es posible porque "no existe" ningún registro de las que están disponibles.
Además, reclaman que no se limiten sus estancias "a no más de treinta días", ya que recuerdan que el verano dura casi tres meses y que Galicia, y más concretamente las Rías Baixas, están haciendo "importantes" esfuerzos por desestacionalizar el turismo.
La prohibición de alquiler de estas viviendas tendría un impacto económico "muy negativo" para todo el municipio, algo en lo que está de acuerdo el gobierno municipal, ya que según Aguín los dueños de estos apartamentos "actuamos también como guías turísticos" recomendando a sus inquilinos restaurantes, negocios o lugares de interés.