Pontevedra sigue en prealerta por la sequía. Las lluvias que cayeron la semana pasada fueron un "alivio insuficiente" para el caudal del río Lérez, según ha explicado la concejala responsable del Ciclo de Agua, Carme da Silva, que lamenta que los efectos de ese "espejismo" ya han pasado.
Las precipitaciones permitieron que subiera el nivel del río durante unos días pero ahora ya vuelve a estar en los niveles anteriores a ese episodio de lluvia. Así, según los datos técnicos, el caudal medio del río está actualmente en los 1,45 metros cúbicos por segundo.
"As presas que hai auga arriba seguen cheas e entre todas suman unha boa cantidade de auga, polo que haberá que ir ver como evoluciona e como podemos ir facendo", ha indicado Da Silva.
Con respecto al consumo, en la semana del 9 a 15 de agosto fueron consumidos, de media, 37.650 metros cúbicos al día; mientras que en la siguiente del 16 al 22, el consumo bajó "tal e como era previsible", hasta los 36.606 metros cúbicos al día.
En el caso concreto de Pontevedra, el consumo medio de la semana pasada fue de 14.826 metros cúbicos al día, en el primer período; y de 14.667 metros cúbicos al día, en el segundo.
"Nótase que se está a facer un esforzo á hora de conter o consumo e mesmo reducilo", ha explicado la edil, que indicó que los únicos ayuntamientos que subieron el consumo fueron Sanxenxo y Bueu, este último porque podía hacer uso de manantiales propios que ahora están casi secos.
El gobierno municipal, por ahora, no contempla cambios en las medidas para disminuir el consumo de agua, aunque sigue estudiando con cautela los que podrían llegar en el futuro, en caso de que el río baje de los 1,17 metros cúbicos por segundo.
Da Silva quiso tranquilizar a los ciudadanos asegurando que, por ahora, el río Lérez tiene agua para garantizar el abastecimiento a la población y que el agua del Pontillón fue analizada para comprobar su salubridad en el caso de tener que recurrir a ella.
De cara a los próximos días, el Concello mantendrá una reunión con cerca de un centenar de grandes consumidores de agua, sobre todo instituciones públicas, para trazar un plan de actuación ante posibles cortes en el suministro.
De esta situación quedarían excluidos los llamados consumidores vulnerables, como el Hospital Montecelo, que precisa tener agua en todo momento, y a los que se les garantizará el servicio llegado el caso de que la situación cambie y la sequía empeore en las próximas semanas.