Operarios de la empresa API Movilidad han iniciado este miércoles los trabajos para la instalación de las señales de tráfico que identificará todo el núcleo urbano de Pontevedra, incluidos los barrios de Monte Porreiro y O Burgo, como una zona de bajas emisiones.
Serán catorce las señales que se colocarán finalmente en todas las entradas y salidas de Pontevedra, para que los conductores adviertan que están circulando por un ámbito de tráfico reducido, en donde el tránsito peatonal tiene prioridad.
Las placas, que han sido autorizadas por la Dirección General de Tráfico, se han instalado ya en la zona de Campolongo o en la Avenida de Marín, entre otras localizaciones.
Los técnicos municipales han decidido que las señales se coloquen también en Monte Porreiro (2) -en Santa Margarita y en las inmediaciones del Puente de las Palabras-, en la rotonda de entrada a Médico Ballina, en la Avenida de Compostela (2) o en la Avenida Josefina Arruti.
Además, estos identificativos estarán en la rotonda de O Marco, en los accesos a la Rolda Leste (2), en la Avenida de Lugo, en el Puente de los Tirantes y en el Puente de A Barca.
Una de las quince señales encargadas, que han costado unos 6.700 euros y son obligatorios por la ley de transición ecológica, quedará en depósito en los almacenes municipales para posibles sustituciones.
El edil César Mosquera ha vuelto a reiterar que estas señales "no van afectar para nada" a la dinámica de circulación de los conductores.