Las responsables del Bar O Roxo, "cansadas" pero con una "satisfacción muy grande" tras el primer día cocinando para niños

Pontevedra
27 de marzo 2020

Tras quince días "sin hacer nada" y con el restaurante cerrado, asegura Mari Carmen, tanta actividad ha estado a punto de superarles, pero lo han resuelto con su maestría habitual en los fogones. "Teníamos muchos nervios pero ha ido todo muy bien", relata sobre esta experiencia

Preparación de los menús escolares en el Bar O Roxo
Preparación de los menús escolares en el Bar O Roxo / Diego Torrado

"Cansadas pero con una satisfacción muy grande por dentro". Así están, según ellas mismas explican, las responsables del Bar O Roxo que, este viernes, han cocinado por primera vez para el centenar de niños y niñas con becas para los comedores escolares de Pontevedra.

Tras quince días "sin hacer nada" y con el restaurante cerrado, asegura Mari Carmen, tanta actividad ha estado a punto de superarles, pero lo han resuelto con su maestría habitual en los fogones. "Teníamos muchos nervios pero ha ido todo muy bien", relata sobre esta experiencia.

Con las piernas de jamón ya asadas y en reposo desde anoche, la principal tarea de este primer día de cocinado fue acudir al mercado a comprar "lo que nos faltaba", entre otras cosas verduras y zanahorias. "Lo compramos todo en el mercado local", explica la cocinera.

En cocinas, Mari Carmen y su compañera se han centrado en hacer la salsa de la carne, el arroz y las zanahorias. Además, tuvieron que cortar el pan y envolverlo en papel film para "toquetearlo lo menos posible" antes de que llegaran los voluntarios de Protección Civil.

Ellos han sido los encargados de hacer un reparto en la que las dueñas del Bar O Roxo han querido colar un "caprichito" para los niños, una piruleta. "Todos los días queremos darles algo de regalo. El martes esperamos poner un bizcochito", añade Mari Carmen.

Este trabajo, que realizan para los servicios sociales de Pontevedra, "está siendo maravilloso", relatan las responsables del bar de Os Praceres, que explica cómo desde que PontevedraViva publicó su historia "nos llegan un montón de mensajes en las redes sociales para felicitarnos".

"Tendremos que invitar a todo el mundo a una cerveza cuando acabe esto", asegura Mari Carmen entre risas. Incluso un jubilado de la zona se ha ofrecido a colaborar con ellas, haciéndoles la compra o dándoles repollo y verduras de sus huertas.

Es solo una muestra de que, en momentos complicados, también somos capaces de sacar la mejor versión de nosotros mismos como comunidad.