Las obras de humanización de la avenida de Ourense, que dieron comienzo a la altura de Cantodarea, llegaron ya a la intersección entre este vial y la Calle Carballiño.
Ahora, tal y como explica el Concello, la obra seguirá en un nuevo tramo, que es el que va desde la altura de la Calle de A Estrada hasta la Plaza de España.
El objetivo de hacerlo en este sentido es evitar interceder en la celebración del San Miguel y así coordinar los trabajos con la actividad festiva del municipio.
El proyecto, financiado por el Ministerio de Transportes por 1,2 millones de euros, está permitiendo optimizar todo el vial, repartiendo de manera más coherente el espacio entre el tránsito de vehículos, el estacionamiento y el tránsito de peones.
El gobierno local explica que ahora seguirá el desarrollo de los trabajos desde la altura de la Calle de A Estrada hasta la Plaza de España, de forma que no coincidan las labores en esta última zona con la celebración del San Miguel. Una vez se finalice con este tramo, la obra seguirá con la zona que va del Concello al cruce con Vidal Pazos. Aquí está proyectada la creación de una glorieta, que permitirá "cambiar de manera radical a gestión de los flujos de tráfico, retirando los semáforos en la zona y permitiendo un nuevo cambio de sentido en la Avenida, que hasta ahora solo era posible hacer en la rotonda de la Plaza de España", explica el Concello.
Tal y como ya se puede ver y como se explicó en varios momentos, en este último tramo, el que discurre prácticamente frente a Nodosa y en la actual "barriga" que hay frente a Vidal Pazos, "es el único lugar en el que se quitan plazas de estacionamiento, ya que es preciso para alcanzar el ancho suficiente para construir la rotonda".