Las necesidades de suministro eléctrico que impone la pronta entrada en funcionamiento de la alta velocidad ferroviaria en el año 2019 han llevado al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a pedir a Red Eléctrica Española (REE) que retome el proyecto de una subestación eléctrica en la parroquia de Bértola, en Vilaboa, que lleva años en stand by tras encontrarse una fuerte oposición vecinal.
Fuentes de Adif confirmaron este viernes que se retoma el proyecto con el objetivo de "mejorar los servicios ferroviarios", pues se hace necesario contar en Pontevedra con una subestación eléctrica que alimente la catenaria si se quiere garantizar la frecuencia de los trenes con las condiciones que exige la alta velocidad.
Según explicaron, en la actualidad hay en el Eje Atlántico dos subestaciones que alimentan el servicio ferroviario, pero las dos están en la provincia de A Coruña y entre las estaciones de Santiago de Compostela y Vigo no hay ninguna.
Esas dos subestaciones garantizan una capacidad de cuatro trenes en cada sentido entre Vigo y Santiago, pero, en caso de alguna incidencia o falta de abastecimiento, "la capacidad y la fiabilidad de la línea bajaría muchísimo" y se reduce a un posible tren por sentido, claramente insuficiente ante la llegada de la alta velocidad.
Líneas de este tipo exigen una subestación cada 70 kilómetros, de modo que una nueva instalación es "imprescindible para la llegada de la alta velocidad" y necesaria para poner en servicio más trenes, garantizar velocidades y regularidad y reducir tiempos. Con la subestación de Bértola pasarán a tener una capacidad para circular trenes tipo AVE con un tren cada cinco minutos y, en caso de problema, podrían mantenerse frecuencias de uno cada 15 minutos.
La necesidad de una subestación en algún punto entre Santiago y Vigo les hizo valorar todas las alternativas posibles, tanto retomar el proyecto de Bértola como afrontar otros nuevos o reforzar la catenaria o las subestaciones actuales, pero desde Adif insisten en que finalmente se decantaron por reavivar esta instalación de Vilaboa.
La empresa pública es consciente de la oposición vecinal que tiene el proyecto, pero aseguran que se han realizado estudios y analizado todas las alternativas posibles y "esta era la única opción para poder hacer esta subestación".
Fuentes de Adif confirman que la subestación está terminada y tan sólo faltaría equipar la instalación, de modo que barajan que Red Eléctrica acabaría su proyecto y ellos podrían hacer la conexión con tiempo para que esté en funcionamiento cuando llegue la alta velocidad en el último trimestre de 2019. Garantizan también que Red Eléctrica ejecutará las obras asegurando un impacto visual pequeño con una pantalla vegetal.
Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias responden a las críticas y oposición vecinal que ya se prevé a la vista de lo activos que estuvieron los vecinos y el Concello de Vilaboa hasta que en 2014 el proyecto se paralizó. Aseguran que la instalación cuenta con todas las autorizaciones de Industria y ambientales necesarias para la puesta en marcha, pues las que tenían en su día en el proyecto no han caducado, tienen vigentes.
Recuerdan, además, que Red Eléctrica ganó el contencioso-administrativo que se presentó contra el proyecto. Tras esa sentencia favorable, el Concello de Vilaboa lo recurrió ante el Tribunal Supremo.