Una multitudinaria manifestación por las calles de Pontevedra ha puesto el broche de oro a un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que ha vuelto a ser histórico. Si ya las concentraciones celebradas en horario matinal tuvieron un respaldo masivo, la vespertina logró colapsar el centro de la ciudad.
Decenas de miles de personas han demostrado la fuerza de este movimiento social y han reclamado una sociedad en donde exista una igualdad real de derechos y oportunidades entre los hombres y las mujeres. Pontevedra fue, además, un clamor contra las agresiones sexuales, la violencia de género o los micromachismos.
Esta marea feminista desbordó por todo el recorrido de la manifestación que, tras comenzar en la Plaza del Hospital poco después de las ocho de la tarde, atravesó las calles Benito Corbal, Daniel de la Sota, García Camba, Oliva y Riestra, para terminar en la Plaza de España.
Allí, al igual que ocurrió horas antes, la marcha concluyó con la lectura del manifiesto de la plataforma Galegas 8M.
Con esta marcha, además, se puso fin a la huelga feminista que este 8M ha alterado la vida diaria de todas las ciudades gallegas, demostrando como que sin ellas, por mucho que algunos intenten ignorarlo, se para el mundo.