Las huertas rurales se mudan por un día a la Peregrina para protestar por el trazado de la A-57

Pontevedra
19 de junio 2014

Vecinos de las parroquias afectadas por el trazado que tendrá la futura A-57 quisieron mostrar a la ciudadanía pontevedrés cómo son las huertas de cultivo que se pueden encontrar por todo el rural. Todas ellas se verán afectadas, según Salvemos a Fracha, por el "impacto severo" que este nuevo vial tendrá en los municipios de Pontevedra y Vilaboa

Huertas instaladas por Salvemos a Fracha en la Peregrina contra el trazado de la A-57 Mónica Patxot

La Plaza de la Peregrina se convirtió este jueves en una huerta improvisada. Vecinos de las parroquias afectadas por el trazado que tendrá la futura A-57 quisieron mostrar a la ciudadanía pontevedrés cómo son las huertas de cultivo que se pueden encontrar por todo el rural. Todas ellas se verán afectadas, según Salvemos a Fracha, por el "impacto severo" que este nuevo vial tendrá en los municipios de Pontevedra y Vilaboa.

Estos vecinos, que habilitaron sus huertas en medio de la plaza, explicaron como va a influir en ellas la autovía y, en especial, la afectación de la A-57 en la hidrología de la zona. El trazado, denuncian, lleva por delante acuíferos y minas de los que depende el abastecimiento de agua de varios lugares de las parroquias afectadas, tanto los de consumo humano como los empleados en los regadíos y también se verán afectados regatos y dos afluentes del río Gafos.

Aunque el Ministerio de Fomento reponga las traídas de abastecimiento de agua de las viviendas, los afectados aseguran que no habrá posibilidad de reponer los manantiales ni las minas de las que depende la supervivencia de los ecosistemas de la zona, de especies de fauna y flora y de las huertas y fincas de cultivo. Ante esta nueva situación, será imposible que continúen las actividades de pequeña agricultura y ganadería, así como de la agricultura de subsistencia "que está proliferando en el rural de Pontevedra desde el inicio de la crisis económica".

La A-57, insisten desde Salvemos a Fracha, supondrá asfaltar el rural de Pontevedra y Vilaboa y "mientras en los últimos tiempos proliferan iniciativas públicas y particulares para instalar huertas urbanas, las parroquias perderán sus huertas tradicionales".

Salvemos a Fracha ve en esta actuación un atentado contra el rural y el monte de Pontevedra y una agresión al modo de vida tradicional, ya que señalan que el trazado resulta agresivo para los propios núcleos de población por los que pasa, ya que supondrá construir taludes de hasta 60 metros de alto (que equivale a un edificio de 17 pisos) al lado de sus viviendas, dividiendo en dos y aislando parte de los vecinos.

El andén aprovechó para recoger firmas contra el proyecto de la A-57 y entregar folletos explicativos del por qué de su rechazo a esta autovía.

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