Las familias de los tripulantes fallecidos y desaparecidos en el naufragio del Villa de Pitanxo han pedido una reunión con la embajadora de Canadá en España, Wendy Drukier, para hablar sobre el naufragio y sobre las posibilidades de descender a las aguas de Terranova en las que se hundió el buque.
La portavoz de las familias, María José de Pazo, dio a conocer este viernes la petición de esta reunión, que llega tras unas recientes declaraciones del delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, en las que hablaba de "impedimentos legales" para bajar al pecio del buque.
Ante esas declaraciones, las familias presentaron un escrito en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra dirigido a Miñones "pidiendo explicaciones" sobre esas declaraciones y preguntando por esos impedimentos legales y, además, solicitaron la reunión con la representante canadiense.
Según adelantó María José de Pazo, le preguntarán si hay impedimentos por parte de Canadá.
Este viernes, María José de Pazo también reconoció que a las familias las cogió "un poco de sorpresa" el auto dictado por el Juzgado de Instrucción numero 2 de Marín por el que no acepta la inhibición acordada el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional y acuerda devolver la causa al juzgado original.
Pese a este pequeño revés, insiste en que "seguimos confiando en la justicia" y se muestra convencida de que "sabemos que si no es en 15 días, en un mes; la causa tendrá un juez o una jueza e investigarán todos los indicios que hay". No es, por lo tanto, un asunto que les preocupe, sino que cree que "no queda otra que tener paciencia y esperar".
De hecho, insiste en que "en este momento lo que nos preocupa más es la negativa sin fundamento a bajar al buque". Así, el foco de preocupación es el Gobierno estatal, que rechaza la opción de descender al pecio.
María José de Pazo recordó este viernes que entre junio y agosto hay una "ventana de oportunidad" para bajar al barco por las condiciones del tiempo y el mar en Terranova y "debería ser aprovechada".