El grupo Gallaecia, que está integrado por empresas funerarias de las cuatro provincias gallegas, exige al Ministerio de Sanidad que formule una regulación con un protocolo de las actuaciones del sector para de esta manera prevenir que se produzcan contagios por coronavirus.
Estas empresas han emitido un escrito en el que muestran su preocupación por el estado en que se encuentran los profesionales del sector. Juan Perdiz, gerente de la Funeraria San Marcos de Pontevedra, uno de los socios fundadores de Gallaecia, afirma que "las empresas funerarias no contamos con unas directrices sobre cómo actuar cuando los trabajadores deben realizar la recogida de un fallecido en un centro sanitario, en un centro de mayores o en un domicilio privado" y asegura que constituyen "un grupo de riesgo y nos sentimos abandonados".
Perdiz indica también que esta situación se suma al desabastecimiento generalizado de Equipo de Protección Individual (EPI) y entiende que los profesiones del sector funerario se encuentran en una situación de riesgo.
Desde Gallaecia lamentan que no exista una regulación en la recogida de fallecidos por causas naturales, pero inciden en que "lo más sorprendente es que no se hayan ofrecido indicaciones sobre cómo actuar cuando el fallecimiento se ha producido por coronavirus".
También reclaman medidas imponiendo criterios de obligado cumplimiento para la ciudadanía en cuanto a la incineración, ceremonias civiles, litúrgicas o inhumaciones. Juan Perdiz afirma que entienden el dolor de las familias que pierden a un ser querido, pero es necesaria una regulación de los actos de despedida ante la grave crisis sanitaria que estamos padeciendo".
Por último, reclaman al Gobierno de Pedro Sánchez que aporte a las empresas funerarias material EPI de manera continua para que puedan realizar su trabajo en condiciones de seguridad. Juan Perdiz alerta sobre la alta exposición al virus de todo el personal del sector funerario, no ya solo por el posible contagio con víctimas del COVID-19 sino también por las actuaciones que se desarrollan con familiares de las personas fallecidas o en el acceso a centros sanitarios para recoger los cuerpos.