Han pasado dos años y duele como si el 15 de febrero de 2022 hubiese sido ayer. El naufragio del Villa de Pitanxo en aguas de Terranova (Canadá), en el que fallecieron 21 de los 24 tirpulantes, conmocionó a Galicia aquel febrero y este sábado ha vuelto a provocar las lágrimas en Marín.
El segundo aniversario se celebró entre focos y dolor. Al coincidir en jornada de reflexión para el 18F y congregar a los principales aspirantes a la Xunta, fue centro de atención mediática, y, ajena a las cámaras, la tristeza y el luto afloraron entre familiares y allegados.
Las lágrimas estuvieron tan presentes como la ropa negra o las muestras de cariño y dolor, en especial durante el homenaje floral en el que, uno por uno, se fueron diciendo los nombres de los 21 fallecidos y cada persona depositó una rosa blanca en su honor.
Fueron muchas las flores que acabaron al pie de la placa por los fallecidos instalada en el Paseo Antonio Blanco, pues decenas de personas quisieron poner la suya y recordar a aquellos cuya vida les arrebató el mar y también representantes políticos de PP, BNG y PSOE quisieron sumarse con sus propios pétalos.
La mañana fue soleada, pero en Marín muchos temblaron al recordarlo. Llegaron familias de los fallecidos desde Perú y desde otras comunidades autónomas españolas y todos compartieron cariño y también rabia contenida por lo ocurrido.
Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, verbalizó esa rabia, al recordar a "los 21 que salieron y no volvieron", a gente "brava" y compartir un abrazo "muy agarimoso" para todas las personas que trabajan en el mar y, en especial, para los que quedaron en Canadá.
María José de Pazo, portavoz de las familias, habló en nombre de todos, "desde el corazón" al afirmar que "hace dos años que recibimos este golpe tan grande que cambió nuestra vida para siempre", que fueron "dos años que pasaron rápido y pasaron lento", pues han tenido que acostumbrarse a sus nuevas vidas sin los tripulantes fallecidos y luchar por conocer la verdad.
Este segundo aniversario es "muy triste", pero, al mismo tiempo, ha llegado con "un poco de consuelo" por el reciente informe elaborado tras la bajada al pecio del buque el pasado verano, un descenso a las profundidades "que tanto pedimos" y que, finalmente, demostró que "tanto lucha mereció la pena y tenemos un informe pericial tangible".
De Pazo aseguró que seguirán luchando. "Levamos dos años, pero como si tenemos que estar 40, buscando la verdad", aseguró, convencida de que "la verdad nos va a llevar a la Justicia y ese día, por fin, podrán descansar en paz los 21".
Cobró protagonismo Samuel Kwesi, marinero de Ghana que, junto con el capitán y su sobrino, sobrevivieron al naufragio. Es "una persona fundamental" para todas las familias y para la investigación de lo ocurrido. "En esta búsqueda de la verdad un estandarte es Samuel", dijo la portavoz.
"Eres nuestro faro, eres la voz de ellos, siempre lo has sido y sabemos que siempre lo serás. Podríamos estar aplaudiendo una semana entera", dijo María José de Pazo. Kwesi lo escuchó entre el público y, durante el homenaje floral, se emocionó y recibió el cariño de todas las familias.
Como colofón a un acto celebrado de cara al público, las familias optaron por la intimidad para recordar y llorar a los suyos, lanzando al mar flores en un acto íntimo y sin políticos ni cámaras.