Desde la Consellería de Infraestruturas han contestado al concejal de Ordenación do Territorio César Mosquera que ponía en duda la intención de la Xunta de ejecutar el nuevo proyecto de la variante de Alba. Desde la administración autonómica reafirman su compromiso con esta infraestructura y pide al Concello de Pontevedra que se implique para que se acometa un trazado de consenso.
Desde el gobierno autonómica indican que el Concello de Pontevedra presentó "duras alegaciones" en contra del proyecto presentado por la Xunta durante el verano. Según indican, esas discrepancias del gobierno local y la oposición vecinal de la parroquia de Campañó dificultan la ejecución del proyecto.
La Xunta afirma que lleva más de dos años trabajando con intensidad en la definición del proyecto de la variante de Alba, tal y como demandaba el Concello de Pontevedra. Indica que mantiene un diálogo permanente con el gobierno local y con el Ministerio de Fomento, responsable de autorizar la conexión de esa nueva vía con la red estatal de carreteras.
Los técnicos, dentro de diversas propuestas, habían escogido, según la Xunta, el proyecto que permitía cumplir con la mejora de seguridad vial, la disminución del impacto territorial y la utilidad para el tráfico.
Ese proyecto, indican desde la consellería, tenía prevista una inversión de 8,2 millones de euros en su primera fase y permitía cumplir con la idea de liberar el núcleo de San Caetano del 75% del tráfico que actualmente soporta.
Ethel Vázquez, conselleira de Infraestruturas, había mostrado su intención de que se licitaran las obras en 2020 pero la falta de consenso social y técnico durante el período de alegaciones provocan que ahora la Xunta reclame al Concello que ayude en la reformulación del trazado, según indican desde el ejecutivo gallego.
La Xunta recuerda que los presupuestos contemplan para 2020 una partida para licitar las obras en caso de que se alcance un consenso entre las administraciones.