El gobierno gallego convocará en unos días una reunión con el Concello de Pontevedra para presentarle los detalles del nuevo trazado que tendrá la futura Variante de Alba, que tuvo que ser modificado por las trabas que puso el Ministerio de Fomento.
El edil de Infraestruturas, César Mosquera, explicó que la Xunta reconsideró la propuesta aportada por el Concello y renuncia a la solución preferida por los técnicos autonómicos.
El motivo, desveló el edil del BNG, es que Fomento rechaza el entronque previsto con la N-550, la carretera entre Pontevedra y Caldas, donde está previsto construir una rotonda.
Fomento no considera viable la rotonda en el punto elegido por la Xunta, al entender que apenas hay espacio al tratarse de una zona llena de viviendas.
Así, el trazado final se acercará al sugerido por el Concello que, manteniendo el punto de partida en la N-531 (carretera de Vilagarcía) y también el paso de la vía del tren, llegaría hasta la N-550 en una zona más al norte, a la altura de la parada del autobús cerca de Ponte Malvar.
En ese mismo encuentro, los técnicos de la Xunta presentarán las distintas propuestas con las que están trabajando para la rehabilitación del puente de A Barca, una de las principales conexiones viales entre los ayuntamientos de Pontevedra y Poio.