La vida pendiente de un trasplante de médula: "El tiempo juega en nuestra contra"

Pontevedra
03 de abril 2024
Actualizada: 30 de septiembre

Estefanía Blanco tiene 36 años, un hijo de dos y medio y mucho sufrimiento a sus espaldas. En febrero de 2023 le diagnosticaron leucemia mieloide aguda y desde febrero de 2024 vive pendiente de un trasplante. Su marido, Luis Miguel Diaz, promueve una campaña para promover las donaciones: "es casi como una donación de sangre normal"

Estefanía Blanco y Luis Miguel Diaz, en el Hospital Montecelo Luis Miguel Diaz

Si tienes entre 18 y 40 años y no tienes ninguna enfermedad grave o transmisible, a priori, eres un potencial donante de médula ósea. Será un gesto anónimo, altruista y voluntario con el que podrás salvar vidas. Una de ellas puede ser la de Estefanía Blanco Pena, una joven de 36 años que lleva mes y medio esperando un trasplante para tratar la leucemia mieloide aguda que le diagnosticaron en febrero de 2023. 

Tras un tiempo ingresada en el Hospital Montecelo para recibir un ciclo de quimioterapia "para ganar tiempo hasta que llegue el trasplante", recibió el alta el pasado sábado, 30 de marzo. Está débil, pero "estaba recuperando un poco", de modo que le dejan estar en casa y acudir cada dos o tres días al hospital para hacerle seguimiento. 

Desde casa nos habla su marido, Luis Miguel Diaz, pues ella se encuentra débil todavía. Él ejerce de portavoz y, desde hace mes y medio, lidera una campaña para incentivar las donaciones de médula ósea, "fundamentalmente, para mejorar las posibilidades de que haya un donante compatible" para su esposa, pero, en general, para "ayudar a muchas otras personas que están en la misma situación". 

En este tiempo que lleva "haciendo ruido" para promover las donaciones se ha encontrado con que "la gente no pensaba que fuera tan sencillo donar médulas. Y está centrando sus esfuerzos en difundir que "es casi como una donación de sangre normal".

"Es casi como una donación de sangre normal. Haces la donación, te levantas, te vas a tu casa y has salvado una vida"

Así, existen dos maneras para la donación de las células madre necesarias para un trasplante. La más habitual es similar a la donación de sangre. Al donante se le administran unos fármacos inyectables durante 4 o 5 días y luego le realizan una o dos sesiones de donación mediante aféresis, sin necesidad de ingresar en el hospital. "Y ya está, haces la donación, te levantas, te vas a tu casa y has salvado una vida", resume Luis Miguel.

A ese gesto se aferran todas las esperanzas de Estefanía y Luis, pero, para que llegue, tiene que aparecer un donante compatible. Aproximadamente, el 70% de los pacientes que necesitan un trasplante no tienen un donante familiar compatible. Tampoco ella. De modo que, cuando en febrero supieron que necesitaba un donante comenzó la búsqueda a través del Redmo (Registro español de donantes de médula ósea). 

De momento, no ha dado resultados, pero desconocen cómo va el proceso, pues los especialistas no quieren generar falsas expectativas y son trámites largos. Todas aquellas personas que quieren ser donantes, están registradas en Redmo y se analizan los perfiles, luego se realizan análisis de los candidatos compatibles y se confirma que, efectivamente, puedan donar. Si en la base española no aparecen, se va a la internacional y al, al final, "todo se alarga", lamenta Luis. 

La espera les está desesperando. "El tiempo juega en nuestra contra", señala el marido de Estefanía, ya cansado de tantos sufrimiento de su esposa. El dolor llegó ya con el diagnóstico, pues ella estaba embarazada de dos meses y tuvo que abortar, y ha continuado con meses de tratamiento que han alterado por completo su vida y se ha complicado hace mes y medio con la recaída que ahora la aboca a un trasplante. 

"Llevamos año y pico y se hace duro y, encima, la incertidumbre del trasplante"

Este matrimonio vivía en A Coruña y se mudó a Pontevedra para poder organizarse mejor y tener a alguien que cuide a su hijo, Liam, que en abril cumplirá dos años y medio. Desde entonces, apenas le han visto, pues ha encadenado varios ciclos de quimioterapia "muy fuertes" y un autotrasplante el pasado verano y todos esos tratamientos requieren aislamiento. 

"Ya empezamos mal, con el aborto y el diagnóstico", rememora con la voz quebrada a través del teléfono. Luego incluso fue a peor. "Llevamos año y pico y se hace duro y, encima, la incertidumbre del trasplante". Y es que "ahora mismo, la única posibilidad que tenemos es que aparezca un donante" y "no sabemos cuánto tiempo tenemos" y cuánto aguantará gracias a este último ciclo de quimioterapia "para ganar tiempo".

Ese aislamiento es lo que peor llevan, pues, aún cuando están en casa y no no en el hospital, se mantienen casi en una burbuja, para evitar infecciones y posibles complicaciones. Como resultado, su hijo está con los abuelos y "lo hemos visto muy poquito" y lo ven más por videollamada que en persona

El domingo, tras darle el alta, pensaban reencontrarse con él, pero fue él el que se puso enfermo y tuvo que acudir al médico, de modo que ahora tendrán que esperar a que se recupere para poder abrazarle. Una espera más y más tiempo sin verle crecer. "Para que te hagas una idea, no he visto cómo empezaba a caminar", lamenta Luis Miguel.

El niño "lo lleva bastante bien para la edad que tiene" y "está madurando a marchas forzadas", con reacciones mucho más maduras de lo que se podía pensar en su edad. Aún así, les deja anécdotas como la de hace unos meses, antes de un nuevo ingreso. "Sacaba la ropa de la bolsa para que no marcháramos".   

En Galicia, el centro de referencia de donantes de médula ósea es la Agencia de Donación de Órganos y Sangre. Las personas interesadas pueden llamar al número de atención al donante 900 100 828 de ADOS donde recibirán la explicación y documentación detallada, al 900 102 688 o a través de la página web http://galicia.medulaosea.org. Rellenas un formulario, te envían un kit de saliva a casa y ya estás dentro.