El país continúa bajo los efectos de un estado de alarma cuyo levantamiento parece todavía lejano. Ante la imposibilidad de mantener la actividad docente en las universidades españolas con normalidad y el creciente nerviosismo entre la comunidad universitaria por la incertidumbre que pesa sobre exámenes, trabajos o prácticas, los rectorados tuvieron que dictar nuevas resoluciones para asegurar la continuidad del curso.
El rectorado de la Universidad de Vigo hizo pública este lunes una resolución que marca las líneas de actuación para cumplir los objetivos del curso de un modo no presencial. La evaluación de las materias es una de las principales preocupaciones del alumnado y la dirección de la institución deja a criterio del profesorado la adaptación de los criterios de evaluación continua para adaptarla a la situación de no presencialidad.
Mientras que en el caso de aquellas asignaturas en las que sea preciso realizar un examen final en modalidad virtual, será el Rectorado el que dicte una nueva resolución para explicar el método de realización de estas pruebas.
Sobre los contenidos de las guías docentes, los profesores tendrán libertad para realizar las modificaciones que consideren oportunas, aunque el Rectorado recomienda que sean las mínimas. Algo que tendrán que dejar de tener en cuenta para evaluar a sus alumnos es la asistencia a clase y deberán complementar la bibliografía con documentos que ayuden al autoaprendizaje de la materia.
No solo los exámenes y asistencia a clase preocupa a los estudiantes. Muchos universitarios se encuentran en fase de elaboración de sus Trabajos de Fin de Carrera o de Máster, o tesis de doctorado. La confección de estos trabajos sigue activa, pero los actos de defensa de los mismos, las prácticas en empresa, las salidas de campo o las visitas tendrán que ser aplazadas en caso de que sea imposible llevarlas a cabo de forma no presencial.
Esta extraordinaria situación afecta también al profesorado, que deberá seguir ejerciendo su labor a distancia. De este modo, el personal docente e investigador de la Universidad de Vigo debe continuar con sus tareas adaptándolas a las condiciones de no presencialidad. Asimismo, tendrán libertad para elegir las herramientas y metodología que utilizarán para impartir la docencia de forma virtual, siendo la plataforma de teledocencia de la propia Universidad, Faitic, la recomendada por la institución.
Los horarios preestablecidos a principio de curso también dejarán de estar activos. Será potestad del profesor fijar las horas de clase, aunque estas deben ajustarse al volumen total recogido en las guias docentes y no deben interferir con las actividades programadas de otras materias. Además, la Vicerrectoría de Ordenación Académica y Profesorado se encargará de encontrar soluciones para aquellos casos en los que los alumnos no tengan acceso a las herramientas que cada profesor decida utilizar.
HORIZONTE 31 DE AGOSTO
En la mayoría de las titulaciones, la actividad docente tiene prevista su finalización alrededor del 15 de mayo. En la Universidad de Vigo están convencidos de que para esa fecha todavía estarán vigentes las restricciones de movilidad de las personas y, aunque estas medidas aseguran que los contenidos de las titulaciones quedarán impartidos, todavía hay muchos asuntos pendientes por resolver.
"Hacer exámenes finales no presenciales, que las prácticas en empresa se puedan hacer en verano, que las prácticas clínicas necesarias para determinadas tde facer exames finais non presenciais, que as prácticas en empresa se poidan facer no verán, las prácticas clínicas necesarias para determinadas titulaciones... En todos esos casos estamos trabajando y en muchos de ellos en coordinación con el Ministerio, la Xunta u otras universidades", explica el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Manuel Ramos.
La intención de la Universidad de Vigo es tener liquidadas todas las cuestiones relacionadas con el curso académico 2019/2020 el 31 de agosto. "Si es posible reprogramaríamos todo de aquí al 31 de agosto para que todo estuviera listo y evaluado en esa fecha", concluye.
EL ALUMNADO SE MOVILIZA
Antes de la publicación de estas medidas por parte de la Universidad, muchos alumnos de las tres principales instituciones universitarias gallegas comenzaron a difundir por redes sociales un documento y cuestionario para recopilar todos los problemas y perjuicios que esta situación le está causando. "Problemas con aulas virtuales, conexiones a Internet, contenidos sin explicar (...) no sabemos si tendremos exámenes, si seremos evaluados por todo el contenido o si podremos volver a entrar en las aulas", relatan los afectados.
La otra parte del documento es una encuesta en la que los universitarios detallan cómo ha aumentado su carga de trabajo, cuánto afecta el confinamiento a su capacidad de estudio, dificultades para acceder a los cotenidos o asistir a clases virtuales o la viabilidad de alargar el curso con los gastos que llevan asociados. Con todas las respuestas, diferenciadas por centro y titulación, elaborarán un informe que harán llegar a als autoridades para que la opinión de los alumnos sea también tenida en cuenta.