Las obras de la calle Santa Clara afrontan la recta final del segundo sector del Plan de Obra, trazado por los técnicos municipales para hacer compatible la ejecución de los trabajos con el tráfico rodado y la actividad diaria de vecinos y comerciantes. La empresa constructora informó al gobierno municipal de que esta fase estará concluida antes de que termine el mes, para poder aplicar el hormigón de la calzada a partir del jueves 3 de julio.
Los trabajos se centran estos días en las inmediaciones del acceso al aparcamiento soterrado y están muy avanzados. Al tratarse del segmento más estrecho de la calle y con una gran abundancia de servicios soterrados en poco espacio, está excavándose con mucha prudencia para evitar averías.
A continuación se afrontará la ejecución del tercero y última fase, hasta conectar con la calle de Padre Amoedo. Los técnicos municipales estiman que puede ser la más delicada de las realizadas hasta ahora por la riqueza arqueológica del subsuelo, en una zona pegada a la traza de la muralla medieval de Pontevedra y a la desaparecida puerta de Santa Clara. Este factor será determinante para el plazo de conclusión de las obras que, en principio, se estima para finales de agosto.
En esta tercera fase se ejecutará también la reforma integral de la plaza de José Martí (frente a la entrada al hipermercado) y quedará ya para la recta final la instalación del parque infantil en el espacio lateral de la plaza y el muro del convento de las clarisas.
Por otra banda, las obras incluyeron la novedad de la colocación de un pozo de registro estanco, elaborado en PVC de alta resistencia. Este material, que no estaba previsto en el proyecto original fue incorporado, a modo de prueba, por la dirección de la obra. La intención es ensayar su funcionalidad y peculiaridades a la hora de la instalación con vistas a su posible utilización en las obras de renovación del colector del río de los Gafos.
La reforma de la calle de Santa Clara, con un presupuesto de 676.199 euros, comenzó a finales del pasado año y formó parte de un paquete de una docena de obras, todas ellas ya terminadas excepto la avenida de Lugo, que también estrenará su nueva configuración a lo largo de este año.