Más de 20 años después de la última excavación, los arqueólogos volverán la próxima semana al Castro das Croas de la parroquia de Salcedo. Realizarán una actuación preliminar que se centrará en los restos de la muralla que aparecieron en los trabajos realizados en los años 90 y de una estructura que, en principio, parece una vivienda con los ojos ya puestos en un proyecto de mayor envergadura que permita poner en valor y recuperar el entorno.
El jefe de la excavación será Eduardo Méndez, del Instituto de Estudos Miñoranos (IEM), y explica que todos los trabajos previos realizados en el entorno hacen pensar que es un castro "de interese" aparentemente de la Edad de Hierro. Las hipótesis previas que manejan antes del inicio de las prospecciones son que se trata de un yacimiento "singular" que está en proceso de construcción.
Durante las excavaciones de 1992 realizadas por Antonio de la Peña se descubrió una parte de lo que parecía ser la muralla protectora del castro y una estructura en forma de cabaña circular o alargada que parece habitacional, es decir, una vivienda, pero en las excavaciones que comenzarán la próxima semana intentarán confirmarlo.
Los trabajos se prolongarán durante varias semanas y tienen un presupuesto de 28.000 euros financiado por el Concello de Pontevedra con aportación de fondos europeos Leader. Una vez finalizado el trabajo de campo a mediados de septiembre, el concejal de Patrimonio Histórico, Luis Bará, anunció que se organizarán actividades de divulgación centradas en el ámbito escolar y vecinal.
De las excavaciones quedará un registro audiovisual del que se encargará el realizador audiovisual y arqueólogo Lukas Santiago y también podrán organizarse visitas escolares y acciones de voluntariado. El antropólogo Rafael Quintía complementará el proyecto con leyendas de la tradición oral de la parroquia.
Bará sitúa este proyecto como la actuación estrella del plan de recuperación del patrimonio pontevedrés, pues afecta a lo que considera la "milla de ouro" del patrimonio rural, al coincidir un "conjunto de bienes muy valiosos" en un espacio reducido, desde elementos de arte rupestre catalogados a la Vía Romana XIX, la finca de la Misión Biolóxica de Galicia en el antiguo Pazo de Gandarón o los molinos de O Batán y el Castro das Croas.
Para recuperar esta "milla de oro" resulta fundamental la colaboración del movimiento social y vecinal de Salcedo, uno de los más activos del municipio y en el que resulta la implicación la Comunidad de Montes de Salcedo, que ha cedido al Concello los terrenos donde se ubica el Castro das Croas para su estudio, y de la asociación vecinal Heroes do Campo da Porta. Además, cuenta con la autorización de la Dirección Xeral de Patrominio de la Xunta de Galicia.