Sus padres esperaban a Tristan para el 28 de diciembre, pero el embarazo se alargó tres días más de lo previsto y, tras la espera y un parto "moi longo" y duro, acabó convirtiéndose en el primer bebé nacido en Pontevedra en el año 2021. El hito es normalmente mero simbolismo, pero, en su caso, ha supuesto que el pequeño trae un pan debajo del brazo en forma de cuatro semanas más de permiso de paternidad para el feliz padre.
Las restricciones derivadas de la pandemia de la covid-19 ha impedido este año la visita de los medios de comunicación a la habitación del recién nacido en el Hospital Provincial, pero sí ha sido posible tomar fotos y hablar por teléfono con Silvia García y Jorge Campaña, padres de la criatura que, al otro lado de la línea, desprenden una felicidad que traspasa las fronteras físicas.
El camino hasta aquí no ha sido sencillo, pues el embarazo coincidió con el inicio de la pandemia y, por lo tanto, han sido 40 semanas de restricciones, poco contacto y los temores habituales ante posibles contagios de covid-19. Tampoco el parto fue fácil, pues Silvia ya rompió aguas a primera hora de la mañana del jueves, empezó con las contracciones a mediodía y acabó ingresando en el Hospital Provincial pasadas las cuatro de la tarde.
A partir de ahí, llegaron diez horas de parto, con mascarilla, restricciones y sufrimiento, pero, ahora que han pasado, tan sólo insisten en que están "moi contentos" con su primer hijo. Además de ser un parto natural, la madre pudo ayudar a quitar al bebé "coas súas propias mans" y el emocionado padre relata con orgullo: "eu cortei o cordón".
El bebé nació a las 2.13 de la madrugada. Este viernes, en las primeras horas de vida del pequeño Tristan, Silvia sigue recuperándose del esfuerzo y Jorge atiende a los medios de comunicación y disfruta con el pequeño en brazos. Aseguran que es "moi tranquilo", se porta bien y "de momento, non dá guerra ningunha".
El pequeño pesó 2,955 kilos, midió 49,5 centímetros y trae consigo gran atención mediática. Los padres la aceptan con muy buena disposición, e incluso satisfechos de que así sea, pues el hecho de que Tristan sea el primer bebé pontevedrés "sempre fai ilusión porque é algo que che vai acordar sempre".
Silvia y Jorge son naturales de Boiro, pero llevan muchos años asentados en Pontevedra. Esta circunstancia motiva que se encuentren separados de su familia y, por lo tanto, agradezcan enormemente esas cuatro semanas extra de permiso para el padre. "Boa falta nos vai facer porque estamos sós en Pontevedra", augura Jorge, si bien también apunta que tienen muy buenos amigos alrededor.
Mientras se acostumbran a su nueva situación vital, los padres agradecen el trabajo y la atención de las matronas, ginecólogos, pediatras y personal sanitario en general, que "foron xeniais".
Ahora llega el momento de descansar y disfrutar del pequeño, que por las restricciones de la covid-19 no podrá tener en el hospital las habituales visitas de primer nacido. También de que la madre se recupere de un embarazo que, si bien transcurrió con normalidad y sin demasiado sobresalto, en las últimas semanas le dejó muchas molestias a la hora de dormir.
Tristan fue el primer bebé pontevedrés, pero no del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, pues dos horas antes ya había nacido en el Hospital do Salnés el pequeño Guillermo. Pesó 3,280 kilos y sus padres han pedido privacidad para un momento tan íntimo.
Guillermo fue, junto con Antón, el primer bebé del año en Galicia. Ambos empataron en la hora de nacimiento, cinco minutos después de las campanadas, uno en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) y el otro en el Hospital do Salnés.